Furgonetas, furgones, una flota de coches, motos repartidoras, todo tipo de maquinaria agrícola… muchas empresas cuentan con vehículos para desempeñar su trabajo en su día a día. Bien como una herramienta de trabajo, bien como un medio para trasladarse de un lugar a otro.
Sea cual sea la necesidad, en todos los casos cualquier vehículo profesional acarrea, en líneas generales, un mayor riesgo que un vehículo particular, aunque solo sea por ello, al mayor uso que a este se le va dar.
Por eso, desde el más básico, hasta el más completo, como autónomo, dueño de una pyme, o empresario de mayor categoría, debes valorar muy bien cuáles son tus necesidades y qué coberturas debes tener en cuenta a la hora de contratar el seguro.
Así, igual que para cualquier vehículo particular, los tipos de seguros son tres con sus posibles variantes:
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