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Suelos vinílicos: qué son, tipos y ventajas principales
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Qué son los suelos vinílicos adhesivos
Las opciones para cubrir tu suelo son muchas. Sin embargo, hay una que ha ganado la batalla en versatilidad y facilidad de instalación. Nos referimos a los suelos vinílicos, el material que no sabías que necesitabas. Te contamos cómo sacarles todo el partido posible.
Estos son un tipo de revestimiento flexible que se instala mediante un sistema de pegado directo sobre la superficie base. Están compuestos por varias capas que otorgan esas ventajas que tan atractivas resultan de este material. Son las siguientes:
- Una base de soporte
- Una lámina de vinilo impresa con el diseño que puede imitar madera, cerámica y otros materiales.
- Una capa de PVC transparente de protección que los hace resistentes al desgaste.
Diferencias frente a los de clic o losetas
La diferencia fundamental de los suelos vinílicos adhesivos con respecto a otros tipos reside en el sistema de instalación:
- Los adhesivos. Se fijan directamente sobre la superficie con cola. Son especialmente útiles en espacios irregulares o de pequeño tamaño. Y es que, al pegarse evitan movimientos y son mucho más estables.
- Los de clic. Emplean un sistema de unión machihembrada que permite una instalación flotante, sin necesidad de adhesivos.
- Las losetas vinílicas rígidas (LVT). Resultan más gruesas y están disponibles para colocar tanto con adhesivo como con clic.
Ventajas y limitaciones
No es ningún secreto. Los suelos vinílicos para cocinas y los suelos vinílicos para baño han ganado una enorme popularidad en los últimos años. Y no es de extrañar, teniendo en cuenta sus amplias ventajas. Eso sí, como sucede con cualquier material, aparte de beneficios, también tienen unas cuantas limitaciones que conviene conocer antes de tomar una decisión. A continuación, te hacemos un resumen de lo que puedes esperar.
Fácil instalación, bajo coste y resistencia
Empezamos con las ventajas que nos presenta el suelo vinílico.
- Fácil instalación. No hace falta ser un manitas para darle un aire nuevo a tu hogar gracias a este tipo de suelos. No requieren obra, solo necesitarás un poco de paciencia y pegamento para dejarlo todo perfectamente colocado. Y, si tienes la suerte de contar con un poco de ayuda, terminarás la remodelación enseguida.
- Muy económico. Dentro de los múltiples materiales que puedes usar para recubrir el suelo, el vinilo es, sin duda, de los más asequibles. ¿Quién dijo que transformar el aspecto de tu casa tiene que salir caro?
- Resistencia y durabilidad. Otro de sus puntos fuertes es que tienen una gran resistencia al desgaste, las manchas, los arañazos y la humedad. Justo lo que necesitas para que te duren años como el primer día. Además, no requieren ningún cuidado especial. El único mantenimiento que necesitan es una limpieza regular.
- Versatilidad. Lo bueno de los vinilos es que presentan una amplia gama de posibilidades. Sus diseños están disponibles en multitud de colores y logran imitar a la perfección el aspecto de la madera, la cerámica o la piedra.
¿Y qué pasa con las limitaciones? Entre ellas, podemos destacar las siguientes:
- No son aptos para exteriores. Por lo general, la exposición directa y prolongada al sol causa estragos en su aspecto y características. Deberás tener cuidado también en habitaciones donde incida directamente la luz solar.
- Difícil de quitar. El vinilo que va directamente pegado al suelo con cola resulta bastante complicado de quitar.
Cómo instalarlos correctamente
El proceso varía ligeramente según el tipo de vinílico, pero todos comparten una fase de preparación esencial. Una base inadecuada repercutirá en desniveles, juntas abiertas y la aparición de grietas en la superficie del vinílico. Así que, te recomendamos dedicarle algo de tiempo a la preparación de la superficie.
Preparación del suelo y aplicación
Para aplicar las lamas o losetas vinílicas, el suelo tiene que estar completamente limpio, seco y liso. Cualquier irregularidad superior a 3 mm debe corregirse mediante un masillado o lijado. Una vez tenemos nuestra base lista, es el momento de proceder con la aplicación.
- Adhesivos. Extiende el pegamento con una llana dentada y coloca las lamas o losetas presionando firmemente para eliminar el aire atrapado.
- En rollo. Se desenrolla sobre el suelo y se corta a medida. Después, puede colocarse de forma autoportante (sin adhesivo), semiautoportante (con cinta adhesiva) o totalmente pegado.
- Sistemas de clic. Se van encajando las láminas entre sí sobre el suelo previamente acondicionado.
Errores a evitar
Ya ves que la instalación es aparentemente sencilla. Pero tiene sus particularidades. Es normal cometer errores durante el proceso si es tu primera vez.
No obstante, esos pequeños fallos pueden derivar en problemas estéticos y funcionales que acorten la vida útil del suelo. Algo que, por supuesto, no queremos. Lo bueno, es que son cositas que puedes evitar con un poco de información y planificación.
Problemas comunes y soluciones
Para ayudarte con eso, te contamos las claves que te ahorrarán tiempo, dinero y muchas frustraciones.
- Instalar el suelo sobre una base irregular o sucia. Piensa que cualquier imperfección del subsuelo, por pequeña que sea, se marcará con el tiempo en la superficie del vinílico. La solución a este problema es realizar un buen alisado y limpieza previos a la instalación.
- No aclimatar el material. Los suelos vinílicos deben permanecer al menos 48 horas en la estancia donde se instalarán, para que se adapten a la temperatura y humedad del ambiente y, así, evitar las temidas dilataciones y contracciones posteriores.
- Ignorar la junta de dilatación perimetral. Es otro error grave; sin este pequeño espacio de expansión, el suelo puede abombarse. La solución es respetar siempre la separación recomendada por el fabricante entre el suelo y la pared.
- Usar productos de limpieza abrasivos. Es una práctica que daña irreversiblemente la capa de protección. La solución es limpiar solo con productos neutros y un trapo ligeramente húmedo.
Está claro que los suelos vinílicos son una muy buena forma de darle otro aire a tu hogar. Y, gracias a su forma de instalación, lo tendrás muy fácil. En este sentido, quizá te estás planteando hacer algún tipo de reforma en alguna propiedad, pero no quieres meterte en obras. Te damos algunos consejos que pueden ayudarte.
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