¿Para qué sirven las gafas inteligentes?

¿Te imaginas lo que supone para una persona con discapacidad visual poder moverse con más facilidad y seguridad solo con unas gafas? ¿O ser capaces de detectar posibles obstáculos poco visibles a nuestros ojos? En realidad, esto que parece una solución futurista está al alcance de todos a través de las gafas inteligentes, también conocidas como smartglasses. Solo con el nombre ya podemos intuir algunas de las funcionalidades de estos dispositivos, pero¿eres consciente de todo lo que simplifican la vida las gafas inteligentes? En este artículo, te contamos cómo optimizar su uso y para qué puedes utilizar este tipo de gafas.

Las gafas inteligentes tienen la particularidad de integrar una tecnología que permite dar información al usuario que le ayude a entender e interpretar el entorno de forma más segura y completa. Son, además, un complemento muy útil para complementar o suplir las limitaciones físicas de las personas, aportando datos que mejoran su relación con el espacio en el que están.

Para ello, cuentan con una combinación de tecnologías, como la inteligencia artificial, la realidad virtual y la realidad aumentada, que hacen que la persona que las lleva tenga un campo visual mucho más amplio, percibiendo detalles que, al ojo humano, pasan desapercibidos. 

Las aplicaciones de las gafas inteligentes son múltiples, pues son un complemento tecnológico que se puede aprovechar en cualquier situación. Mejoran y facilitan la vida de las personas con discapacidad visual, pero también ayudan a incrementar la productividad y la eficacia de muchos trabajadores.

Además, actúan como potenciador del conocimiento desde el punto de vista cultural y de ocio. Por ejemplo, si visitas un museo con unas gafas inteligentes, dispondrás de información mucho más completa sobre las obras que veas, sus autores y el contexto en el que se pintaron
Para que tengas una idea más clara sobre su versatilidad, te mostramos algunas de las funciones más interesantes de las smartglasses:

Movilidad para personas con problemas de visión

Una de las ventajas más importantes de las gafas inteligentes es lo mucho que simplifican el día a día de las personas que sufren discapacidad visual, ya sea total o parcial. En realidad, se pueden utilizar como complemento, o incluso sustituto, de los perros guía, que no siempre son accesibles para todo el mundo. 

Así, las gafas inteligentes son capaces de detectar los obstáculos e indicarlo, para que sepamos por dónde podemos movernos con seguridad y sin riesgo de sufrir una caída. Este dispositivo no solo aporta más confianza a las personas con problemas de visión, sino que reduce su dependencia y les ayuda a tener una vida más cómoda. 

Seguridad y prevención de riesgos laborales

Las empresas tienen como prioridad garantizar la seguridad de sus empleados, y las gafas inteligentes son muy útiles en este sentido. Entre otras cosas, los trabajadores pueden disponer de toda la información en materia de prevención de riesgos laborales rápidamente. Esto les permite identificar si están realizando bien todos los procesos, reduciendo así las probabilidades de sufrir un accidente laboral. 

Avances sanitarios

Otra de las grandes aplicaciones de las gafas inteligentes es la posibilidad de compartir información clave en ámbitos como la sanidad. Las smartglasses permiten, por ejemplo, que un especialista pueda consultar las opiniones de otros colegas de profesión con más experiencia en un campo determinado de forma rápida y directa. O, también, sirven como complemento de asistencia quirúrgica en numerosas operaciones. 

Producción en las fábricas

Mejorar la productividad es el objetivo de la mayoría de las empresas, y las gafas inteligentes ayudan a conseguirlo. ¿Cómo? Pongamos el ejemplo de una fábrica con un proceso de producción clásico. Las gafas inteligentes sirven para que los operarios sigan las instrucciones en montajes complejos de forma precisa; o para que accedan a información a tiempo real que les ayude a solventar un problema en el mismo momento en que sucede, ahorrando así mucho tiempo.

Asimismo, las gafas inteligentes ayudan a reducir de forma muy considerable el porcentaje de errores en el proceso de producción, lo que se traduce en una mejora significativa de la productividad.

Organización logística

Las empresas de logística y distribución son otro de los ámbitos que más beneficios obtienen del uso de gafas inteligentes. El ahorro de tiempo que se consigue con estos dispositivos es realmente importante. Por ejemplo, las gafas inteligentes indican a los trabajadores el punto exacto del almacén donde está la mercancía que quieran buscar, o la ubicación donde deben depositar un producto determinado. 

Monitorización del estado físico

Más allá de las aplicaciones de carácter profesional, las gafas inteligentes son un complemento muy útil en nuestra vida cotidiana. Si practicas deporte, las smartglasses deportivas te ayudan a llevar un control exhaustivo sobre tu actividad física a tiempo real. Así, puedes comprobar tu rendimiento, evolución y detectar los puntos de mejora para futuros entrenamientos. 

Seguridad en la conducción

Otra de las múltiples funcionalidades que tienen las gafas inteligentes tiene que ver con una conducción más segura. Son capaces de detectar si el conductor tiene los reflejos totalmente lúcidos o si, por el contrario, se está quedando dormido. Y, además, dan información clave, como las indicaciones de velocidad o la distancia con respecto a otros vehículos, sin que el conductor tenga que retirar la visión de la carretera. 

¿Merece la pena utilizar smartglasses?

Ya has comprobado que las gafas inteligentes son un complemento tecnológico muy efectivo para mejorar la salud visual y, en general, para hacer que nuestro día a día sea más fácil. Sin embargo, aunque empieces a utilizarlas frecuentemente, es importante acudir a las revisiones oftalmológicas habitualmente para prevenir los problemas de visión. 

De hecho, es una práctica habitual entre quienes contratan un Seguro de Salud, puesto que forma parte de las revisiones anuales que conviene realizar y, si tienes un buen seguro, el proceso es más rápido. Por lo tanto, las gafas inteligentes son una gran ayuda en el día a día, siempre y cuando no se descuiden los controles sanitarios que corresponda en función de las necesidades de cada persona.