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Cómo reducir la retención de líquidos: causas y tratamientos
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¿Qué es la retención de líquidos?
La retención de líquidos es una afección frecuente tanto en hombres como en mujeres, aunque es cierto que afecta más a estas últimas. A pesar de que parece algo sin importancia, si esa retención es muy elevada, o se prolonga en el tiempo, puede acabar afectando de manera notable a la salud. Por eso, lo mejor es tomar medidas preventivas y, si es necesario, buscar la ayuda de un especialista.
También conocida como edema, es una afección que implica una acumulación excesiva de líquido en los tejidos, causando una evidente hinchazón temporal en zonas como el abdomen o las piernas. De manera habitual, el líquido de más que hay en nuestro cuerpo debería drenarse de manera natural, pero ciertas condiciones en nuestro organismo pueden impedir que esto ocurra, dando lugar a la aparición de un edema.
¿Qué es lo que provoca la retención de líquidos?
Desde lo que comemos hasta nuestro estilo de vida, todo puede influir en el hecho de que nuestro cuerpo retenga líquidos. Por eso, vamos a analizar esas causas con un poco más de detenimiento.
Cambios hormonales
Una de las razones que explica por qué las mujeres sufren más de retención de líquidos que los hombres es por los cambios hormonales.
Este fenómeno que estamos analizando es bastante común durante el embarazo, pero también durante la menopausia e incluso a lo largo del ciclo menstrual.
Clima
Quienes padecen retención de líquidos suelen acusar más este problema durante los meses de verano. El calor, especialmente cuando es excesivo, afecta a nuestro organismo a nivel interno más de lo que creemos.
A más temperatura, menor capacidad del cuerpo para eliminar el líquido de los tejidos y, como consecuencia, es normal sentir que tanto las manos como las piernas y los tobillos están más hinchados de lo que deberían.
Posturas estáticas
Permanecer mucho tiempo sentado no es bueno, pero estar mucho tiempo de pie tampoco lo es. Mantener la misma postura durante mucho tiempo provoca que, por efecto de la gravedad, se acabe acumulando líquido en las zonas bajas del cuerpo, desde el vientre hasta las piernas.
El problema se vuelve todavía más grave para quienes tienen problemas circulatorios y, en estos casos, puede ser aconsejable utilizar unas medias de compresión.
Dieta
Lo que comemos afecta de manera directa al funcionamiento de nuestro organismo. Una dieta con un alto contenido en sal, con bajas cantidades de proteína, o de vitamina B, acaba dando lugar a la retención de líquidos.
Lo mejor en estos casos es seguir unos sencillos consejos de nutrición para alimentarse de una manera saludable y que ayude al cuerpo a estar bien.
Sedentarismo
Otro de los grandes causantes de que el cuerpo retenga líquidos es el sedentarismo. Si apenas nos movemos, el ritmo de todo nuestro organismo se va ralentizando poco a poco.
El efecto de esto es que los sistemas pueden empezar a fallar. Por eso, siempre es aconsejable hacer ejercicio de manera moderada durante un mínimo de 30 minutos al día.
Hidratación
Hay quien cree erróneamente que beber agua agravará el problema, pero no es así. De hecho, reducir la ingesta de agua puede causar más molestias.
La retención de líquidos no se produce por un exceso de agua en el sistema linfático o circulatorio, sino por una acumulación de líquido en los tejidos. Si ante esta situación no nos hidratamos bien, la circulación y los riñones pueden fallar, lo que agravará todavía más el problema.
Por tanto, aunque tengas tendencia a retener líquidos, es importante que te hidrates adecuadamente y bebas unos dos litros de agua al día.
Además de todo lo anterior, el cuerpo también puede llegar a retener líquido como efecto secundario de algunos medicamentos o tratamientos médicos, así como por el tabaco y la ingesta de alcohol.
¿Cómo saber si tengo retención de líquidos?
Entre los síntomas de la retención de líquidos destaca la inflamación o hinchazón de diferentes miembros del cuerpo, así como la sensación de pesadez. Lo más habitual en estos casos es que estos problemas se hagan patentes en el abdomen, las piernas y los tobillos.
Otro síntoma habitual es notar que la ropa, el calzado e incluso las joyas y los complementos quedan más apretados que de costumbre.
También se aprecia una menor flexibilidad en las articulaciones de los brazos y de las piernas. Aparece cierta incomodidad a la hora de flexionar la rodilla, o incluso los dedos de las manos. Y, si la hinchazón es importante, la piel presenta un aspecto tenso y rígido.
La acumulación de líquidos no es homogénea, por lo que la zona hinchada podría no estarlo por igual por todos sus lados. Y es común que al presionar la zona inflamada se produzca una pequeña abolladura en la piel.
¿Cómo quitar la retención de líquidos en el cuerpo?
En la mayoría de los casos la retención de líquidos desaparece después de unos días, pero conviene aplicar una serie de cuidados para evitar que aparezca y para reducirla cuando se produzca:
- Reducir la ingesta de sodio. No se trata solo de tomar menos sal, sino de limitar el consumo de productos muy procesados, porque estos tienen un alto contenido en sodio.
- Beber suficiente agua. Como decíamos antes, no beber agua no ayuda frente a la retención. Para que el organismo funcione bien y pueda eliminar los líquidos de los tejidos, tiene que estar bien hidratado.
- Consumir más potasio. El potasio ayuda a equilibrar los niveles de sodio y es un gran aliado frente a la retención de líquidos. Los plátanos, las naranjas y las espinacas no deberían faltar en una dieta que busca reducir este problema de hinchazón.
- Evitar el alcohol y un exceso de cafeína. Un consumo excesivo de estas sustancias tiene un efecto diurético que aumenta la pérdida de líquidos, lo que puede contribuir a la deshidratación y agravar todavía más el problema.
- Hacer ejercicio. Moverse ayuda a activar la circulación y previene la acumulación de líquidos en las extremidades.
- Elevar las piernas. Si no se puede hacer mucho ejercicio, lo ideal es mantener las piernas elevadas cuando se está sentado.
- Usar ropa cómoda. En personas con tendencia a acumular líquidos, la ropa demasiado ajustada puede aumentar el problema, porque restringe la circulación.
La retención de líquidos se puede evitar o limitar con unas pautas de vida saludable, pero hay casos en los que ni tan siquiera estos consejos funcionan. Si el problema es habitual o te genera muchas molestias, lo mejor es que consultes con un especialista a través de tu Seguro de Salud sin copagos.
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