La única habilidad que hay que demostrar en este tipo de situaciones es saber emplear el freno trasero de nuestra moto adecuadamente. Solo con utilizar bien el pedal del freno saldremos airosos en este tipo de situaciones.
Cuando llegues o te encuentres en una zona con pendiente pronunciada debes accionar la maneta del embrague para que el motor no caiga de revoluciones y se pare, a la vez que comienzas a accionar el freno trasero de tu moto, habitualmente en el pedal derecho, de tal forma que dejas completamente libre la mano derecha en el puño del acelerador.
Con este comportamiento consigues que ambas manos, tanto la derecha como la izquierda mantengan el juego de aceleración necesario para salir de la rampa sin ningún problema, jugando con el embrague y el acelerador mientras sueltas paulatinamente el pedal del freno trasero.
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