¿Qué es un protector para sobretensiones y para qué sirve?

Un protector para sobretensiones es un aparato imprescindible para garantizar la seguridad de los equipos electrónicos en el lugar de trabajo o en el hogar y evitar accidentes. En este artículo te explicamos con más detalle qué es y para qué sirve este dispositivo y en qué situaciones deberías tenerlo instalado.

Cada vez somos más dependientes de los equipos electrónicos para llevar a cabo nuestras actividades cotidianas, tanto en el hogar como en el trabajo. Sin embargo, estos equipos son vulnerables a las variaciones de la corriente eléctrica, que pueden causar daños irreparables en sus componentes. Por eso, es importante contar con un protector para sobretensiones. Este aparato es un dispositivo eléctrico que se conecta a la red y que evita que las sobretensiones dañen los equipos electrónicos que están enchufados a él.

Pero, ¿qué es una sobretensión? Una sobretensión es un aumento repentino del voltaje de la corriente eléctrica que puede ser causado por diferentes factores, como las tormentas eléctricas, los fallos en la red o los cortes de suministro. Estos fenómenos pueden generar picos de tensión que superan el nivel normal de 230 voltios en España y que pueden llegar a alcanzar miles de voltios en cuestión de milisegundos.

Estos picos de tensión pueden tener consecuencias nefastas para los equipos electrónicos. El motivo es que pueden quemar los circuitos internos de los aparatos. Esto puede provocar su mal funcionamiento o su destrucción, así como causar incendios, electrocuciones o interferencias en las comunicaciones. Para evitar estos riesgos, es necesario contar con un protector para sobretensiones.

¿Qué hace este protector?

Como hemos visto, un protector de sobretensiones es un dispositivo eléctrico que tiene la función de proteger los equipos electrónicos que están conectados a la red eléctrica de los posibles daños que puedan causar las sobretensiones. Para entender lo que hace un protector de sobretensiones, podemos imaginarlo como un interruptor que se abre o se cierra según el nivel de voltaje que detecta en la corriente eléctrica que circula por él. Cuando el voltaje es normal, el protector está cerrado y deja pasar la corriente sin alterarla, permitiendo el funcionamiento normal de los equipos electrónicos.

Sin embargo, cuando el voltaje es anormal, el protector se abre y corta el paso de la corriente, evitando que llegue a los equipos electrónicos y los dañe. De esta forma, el protector actúa como un escudo que protege los equipos electrónicos de las sobretensiones.
Cuando el voltaje vuelve a ser normal, el protector se cierra de nuevo y restablece el paso de la corriente, permitiendo el reinicio de los equipos electrónicos.

Algunos protectores tienen un indicador luminoso o sonoro que avisa al usuario de que se ha producido una sobretensión y de que el protector ha actuado. Así, el usuario puede comprobar el estado de los equipos electrónicos y reemplazar el protector si es necesario.

¿Qué dispositivos protegen contra sobretensiones?

Existen diferentes tipos de dispositivos que protegen contra sobretensiones, según el nivel de protección que ofrecen y el lugar donde se instalan. Los principales dispositivos son los siguientes:

• Regletas protectoras: son alargadores con varios enchufes que incorporan un circuito protector. Se usan para conectar varios equipos a la vez, como ordenadores, televisores o impresoras.

• Protectores individuales: son adaptadores que se conectan a un único enchufe y que tienen un interruptor que se activa cuando hay una sobretensión. Se usan para conectar un solo equipo que sea sensible o caro, como un frigorífico, un microondas o una lavadora.

• Protectores de línea: son cajas que se instalan en el cuadro eléctrico de la vivienda o del edificio y que protegen a todos los circuitos que salen de él. Se usan para proteger a todos los equipos que estén conectados a la red eléctrica, incluyendo los que no tienen enchufe, como las luces o los timbres.

 

¿Cuántos tipos de protectores hay?

Los protectores de sobretensión se clasifican en tres tipos, según el origen de la sobretensión y el nivel de protección que ofrecen. Los tres tipos que existen son los siguientes:

• Tipo 1: son protectores que se instalan en el punto de entrada de la red eléctrica al edificio y que protegen contra las sobretensiones externas, como las causadas por los rayos. Son los más potentes y los más caros.

• Tipo 2: son protectores que se instalan en el cuadro eléctrico de la vivienda o del local y que protegen contra las sobretensiones internas, como las causadas por los cortes de suministro o los arranques de motores. Son los más comunes y los más económicos.

• Tipo 3: son protectores que se instalan en los enchufes o en los equipos y que protegen contra las sobretensiones residuales, que son las que quedan después de pasar por los protectores de tipo 1 y 2. Son los más específicos y los más baratos.

 

¿Dónde se coloca el protector de sobretensiones?

En general, se recomienda seguir el método de cascada. Este principio consiste en instalar varios protectores de diferentes tipos y distintos niveles de forma secuencial, desde el punto de entrada de la red eléctrica hasta los equipos electrónicos. De esta forma, se consigue una protección óptima y se reduce el riesgo de que una sobretensión sobrepase el límite de tolerancia de los protectores y llegue a los equipos electrónicos.

Por ejemplo, se puede instalar un protector de tipo 1 en el punto de entrada de la red eléctrica. Aquí es donde se producen las sobretensiones externas, como las causadas por los rayos. Hay que considerar que este protector es el más potente y el más caro. Además, protege a todo el edificio de las sobretensiones más severas.

Luego, se puede instalar un protector de tipo 2 en el cuadro eléctrico de la vivienda o del local. Aquí es donde se producen las sobretensiones internas causadas por los cortes de suministro o los arranques de motores. Este protector es el más común y el más económico. Es importante porque protege a todos los circuitos que salen del cuadro eléctrico de las sobretensiones más frecuentes.

Finalmente, se puede instalar un protector de tipo 3 en los enchufes o en los equipos más sensibles. Estos son los que sufren las sobretensiones residuales que quedan después de pasar por los protectores de tipo 1 y 2. Este protector es el más específico y el más barato. Es importante porque protege a los equipos electrónicos de las sobretensiones más débiles.

Ventajas de utilizar un protector para sobretensiones

Una de las principales ventajas de utilizar un protector para sobretensiones es la reducción del riesgo de incendios y descargas eléctricas. Al limitar la cantidad de energía que fluye a los dispositivos electrónicos, este tipo de dispositivo previene daños en los equipos y en la infraestructura eléctrica por lo que protege la seguridad de las personas y las propiedades.

Además, el uso de un protector para sobretensiones garantiza la protección de la información almacenada en los dispositivos electrónicos. Esto se debe a que evita daños en los circuitos y los componentes de almacenamiento. De hecho, es especialmente importante en entornos profesionales o en hogares donde se guarda información crítica.

Otro beneficio significativo es el ahorro en costes de reparación y reemplazo de equipos dañados. Al prevenir daños causados por sobretensiones, los protectores pueden ayudar a prolongar la vida útil de los dispositivos y reducir la necesidad de gastos inesperados.
Aunque las pólizas de hogar suelen cubrir los picos de tensión, es recomendable instalar un protector para evitar daños en las instalaciones eléctricas. En cualquier caso, no lo dudes y contrata un seguro para el hogar con esta cobertura.