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La primera fruta de tu bebé: guía médica para una alimentación segura
Cuándo empezar a ofrecer frutas a tu bebé
La introducción de la primera fruta en la dieta del bebé es algo muy importante para el desarrollo nutricional. Empieza para el bebe una etapa en la que empieza a descubrir nuevos sabores y texturas que serán fundamentales para que a la larga tenga una buena relación con la comida y lo que las vitaminas y los nutrientes le van a aportar.
Elegir las frutas adecuadas, y ver si tolera bien estos alimentos va a ser esencial en su alimentación.
La introducción de las frutas en la dieta del bebé suele comenzar entre los 4 y los 6 meses de edad, siempre y cuando dependiendo de cómo sea su salud digestiva y siempre siguiendo las recomendaciones del pediatra. Los pediatras pueden aconsejar la introducción de alimentos complementarios, como la fruta, a partir de los 4 meses.
El tolerar estos productos siempre va a estar ligado a que tenga la capacidad del bebé para mantenerse erguido con apoyo, su interés por la comida y su habilidad para mover la lengua de forma controlada.
Es importante recordar que cada bebé tiene su propio ritmo de desarrollo, es por esta razón que antes de iniciar la introducción de frutas, se recomienda consultar al pediatra.
Beneficios de la fruta en la alimentación complementaria
Las frutas desempeñan un papel esencial en la alimentación complementaria del bebé. Su aporte nutricional es clave para el desarrollo físico y cognitivo, ya que contienen vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes que fortalecen el sistema inmunológico y promueven un crecimiento saludable.
Los principales beneficios de la fruta para los bebés son los siguientes:
Aporte de vitaminas y minerales esenciales: las frutas como el plátano, la manzana y la pera son ricas en vitamina C, con ello lo que hacen es contribuir al fortalecimiento del sistema inmunológico y la protección celular.
Mejora de la salud digestiva: la fibra presente en frutas como la pera y la ciruela favorece el tránsito intestinal, previniendo el estreñimiento, un problema muy frecuente para los recién nacidos.
Estimulación de la aceptación de nuevos sabores: Las frutas se convierten en una opción ideal para ampliar su paladar. Lo que se quiere hacer con esta ingesta de frutas, es que a la larga, los niños toleren estas frutas en su vida diaria.
Hidratación adicional: las frutas frescas tienen un alto contenido de agua, lo que contribuye a mantener al bebé hidratado.
Fomento de hábitos alimenticios saludables: iniciar la introducción de frutas desde una edad temprana crea una base sólida para una alimentación saludable, algo muy importante para el desarrollo del bebe.
Las frutas más seguras y suaves para empezar
Para comenzar con las frutas para un bebe, es principal aquellas que sean suaves y fáciles de digerir, así lo que vamos a ir haciendo poco a poco es que esta alimentación se vaya adaptando poco a poco para el bebe descubriendo nuevos sabores o texturas.
Las frutas más seguras y recomendadas son:
Manzana: tiene un sabor dulce y es fácil de digerir y se puede ofrecer en forma de puré o trozos blandos si se aplica el método baby-led weaning (BLW).
Pera: con una textura blanda es una fruta ideal para bebés. Su contenido en fibra ayuda a prevenir el estreñimiento.
Plátano: con su sabor dulce y su textura cremosa puede ofrecerse también como puré o trozos blandos.
Ciruela: es útil en caso de estreñimiento por su efecto laxante natural. Se recomienda ofrecer en forma de puré.
Melocotón: tiene una textura blanda y jugosa lo que facilita el consumo. Pero es importante prestar atención a posibles reacciones alérgicas, ya que algunas frutas con piel vellosa pueden provocar sensibilización.
Naranja o mandarina: su zumo diluido puede añadirse a otros purés para aportar un extra de vitamina C. Hay que tener precaución debido a su acidez.
La clave es introducir una fruta nueva cada vez y esperar al menos 3 días antes de añadir otra, para observar posibles reacciones adversas.
¿Qué frutas puede comer un bebé de 4, 5 y 6 meses?
La edad de introducción de las frutas varía según la madurez del sistema digestivo del bebé y las recomendaciones del pediatra. Algunos pediatras permiten comenzar a partir de los 4 o 5 meses si el bebé muestra signos de preparación. Durante esta etapa, el percentil puede ayudarte a monitorizar la salud de tu bebé a medida que prueba nuevos alimentos, ya que permite controlar su crecimiento.
A continuación, te mostramos qué frutas se pueden ofrecer en cada etapa:
A los 4 meses
Si el pediatra considera oportuno comenzar la alimentación complementaria a esta edad, se recomienda ofrecer frutas fáciles de digerir y con bajo potencial alergénico:
Manzana: cocida y en forma de puré para facilitar la digestión.
Pera: cocida o bien madura, en forma de puré o trozos muy blandos.
Plátano: maduro y aplastado con un tenedor.
En esta etapa, se deben evitar frutas como las naranjas y aquellas con mayor probabilidad de causar alergias como las fresas.
A los 5 meses
Si el bebé comenzó con la alimentación complementaria a los 4 meses, a los 5 meses se pueden introducir gradualmente otras frutas, siempre bajo supervisión médica. Se mantienen las frutas recomendadas para los 4 meses y se pueden añadir:
Melocotón: bien maduro, sin piel y en forma de puré o trozos blandos.
Ciruela: ideal para prevenir el estreñimiento.
A los 6 meses
A esta edad, la mayoría de los bebés ya están preparados para la alimentación complementaria, y se amplía la variedad de frutas que se pueden ofrecer:
Naranja o mandarina: se puede introducir en pequeñas cantidades, pero su acidez puede causar irritación estomacal.
Kiwi: se debe observar la reacción del bebé tras su consumo.
Fresa: se recomienda ofrecer con precaución y bajo supervisión.
A partir de los 6 meses, el sistema digestivo del bebé es más maduro, lo que permite la introducción de frutas con mayor variedad .

¿Cómo introducir frutas como el kiwi, las fresas o el melocotón?
El kiwi, las fresas y el melocotón son frutas nutritivas, pero muchas de ellas pueden mostrar alergias significativas. Es por esta razón, que se recomienda introducirlas a partir de los 6 meses y siempre bajo supervisión introduciendo cada fruta por separado y esperando 3 días antes de añadir otra nueva para identificar posibles alergias.
Kiwi: ofrecer en puré ya que es una fruta especialmente alérgica , introdúcelo solo y espera 3 días para observar posibles reacciones.
Fresas: lávalas bien antes de ofrecerlas. Se pueden presentar en puré o enteras.
Melocotón: pela y retira el hueso antes de servirlo. Su piel puede contener alérgenos, por lo que es mejor retirarla antes de ofrecerlo.
Cómo preparar y ofrecer las primeras frutas
Para minimizar el riesgo de atragantamiento al ofrecer frutas al bebé, te comentamos algunas sugerencias:
Elige frutas con la textura adecuada: opta por frutas blandas y fáciles de aplastar con las encías, como plátano.
Evita trozos pequeños y duros: Prefiere tiras grandes o trozos que el bebé pueda sujetar fácilmente.
Ofrece purés sin grumos: Asegúrate de que tengan una textura suave y uniforme.
Supervisa siempre al bebé: nunca dejes solo al bebé mientras come.
Retira semillas, huesos y pieles duras: frutas como uvas, cerezas...deben presentarse sin semillas ni huesos.
Alergias a la fruta en bebés: lo que debes saber
La introducción de frutas en la dieta del bebé debe hacerse con precaución para detectar posibles alergias alimentarias. Frutas como las fresas, el kiwi o el melocotón pueden provocar alergias.
Síntomas de alergia y cuándo consultar al pediatra
Los síntomas más comunes de las alergias en los bebés son las siguientes:
En la piel: aparición de ronchas, sarpullido, rojeces...especialmente alrededor de la boca o en la cara.
En el aparato digestivo: vómitos, diarrea o dolor abdominal tras consumir la fruta.
En el sistema respiratorio: estornudos, tos, dificultad para respirar o hinchazón de la lengua o la garganta, si ocurriera esto, inmediatamente habría que ir a urgencias.
En casos graves, puede tratarse de una reacción anafiláctica, que requiere atención médica urgente.
Frutas que pueden causar más reacciones alérgicas
Algunas frutas tienen un mayor potencial alergénico y deben introducirse con precaución. Estas son las más comunes:
Kiwi: su acidez y algunas de sus proteínas pueden desencadenar reacciones alérgicas.
Fresas: son una de las frutas con mayor riesgo de alergia en la infancia. Pueden causar sarpullidos alrededor de la boca o en la piel.
Melocotón: su piel contiene sustancias que pueden provocar alergias cutáneas.
Frutas cítricas (naranja, mandarina, limón): su acidez puede irritar la piel y el sistema digestivo.
Para reducir riesgos, se recomienda introducir estas frutas una a una, esperar 3 días antes de ofrecer una nueva y vigilar posibles reacciones. Ante cualquier síntoma, consulta con el pediatra.
Consejos finales para una introducción segura y feliz
La introducción de frutas en la dieta del bebé puede ser positiva para su ritmo en el desarrollo. Ofrecer variedad, respetar los tiempos y observar sus reacciones es vital para el crecimiento del niño.
Hacer de este momento una experiencia positiva
Para que el bebé disfrute de sus primeras frutas, es fundamental ofrecerle las frutas de forma atractiva, ya sea en puré o en trozos blandos. No lo fuerces a comer si no muestra interés y evita distracciones durante la comida.
Seguir el ritmo y preferencias del bebé
Cada bebé tiene su propio ritmo de aceptación de nuevos sabores y texturas. Tienes que permitir que participes activamente en la comida.
La introducción de frutas en la dieta del bebé es una etapa clave para su desarrollo nutricional. Ofrecer variedad, respetar su ritmo y estar atentos a posibles alergias garantizará una experiencia positiva y segura. Recuerda que cada bebé es único, por lo que es fundamental observar sus reacciones y consultar al pediatra ante cualquier duda.