Cómo prepararse antes de una cirugía: guía completa para pacientes

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Claves para afrontar una cirugía

Una cirugía es un procedimiento médico invasivo que implica extirpar o reparar una parte del cuerpo, aunque también, se puede practicar con fines diagnósticos.

En cualquier caso, todas las operaciones tienen cierto grado de complejidad, pero especialmente aquellas que requieren de anestesia general. Para garantizar todavía más el éxito de la intervención, es aconsejable que el paciente siga unas pautas para prepararse.

Más allá de seguir las instrucciones previas dadas por el especialista, que es esencial, hay una serie de pautas que ayudarán a que la experiencia sea lo más positiva posible.

Resuelve todas tus dudas

Aunque los médicos suelen explicar en detalle cómo irá la operación, es normal que el paciente tenga dudas. Hay conceptos técnicos que es posible que no entiendas bien, cosas que te preocupen, incertidumbre sobre cómo será la recuperación, etc.

No salgas de la consulta del especialista con dudas. Habla con confianza con tu médico y pregúntale todo lo que necesites. Está ahí para ayudarte.

Mantén un buen estado de salud general

Hasta que llegue el momento de la cirugía, cuida todo lo posible las condiciones crónicas que puedas padecer. Por ejemplo, si eres diabético o hipertenso, es especialmente importante que te cuides durante los días anteriores a la intervención.

Si tomas medicamentos o suplementos, consulta con el médico sobre este tema. Quizá tengas que suspender la ingesta de alguno antes de la cirugía, especialmente si se trata de anticoagulantes.

Si fumas, intenta dejarlo unas semanas antes de la cirugía. El tabaco afecta negativamente en los procesos de cicatrización y aumenta el riesgo de sufrir complicaciones pulmonares mientras se está sedado. Con respecto al alcohol, reduce su consumo antes de la cirugía, y mejor si lo eliminas totalmente porque puede interferir con la anestesia y la cicatrización.

Lo que se busca con esto es que no surja ningún problema de última hora que pueda retrasar tu paso por el quirófano.

Cuida la dieta

Para que tu cuerpo llegue en las mejores condiciones posibles a la operación, sigue una dieta saludable y mantente bien hidratado. No es necesario seguir una dieta estricta (salvo que lo mande el médico), pero hay que evitar alimentos que puedan causar problemas digestivos o difíciles de digerir durante los días anteriores a la operación.

Lo normal es que no puedas comer ni beber nada desde la medianoche anterior a la operación. No obstante, tu médico te dará indicaciones concretas sobre este tema. Es muy importante que sigas tus instrucciones. Si rompes el ayuno necesario, no te podrán operar.

Guía de cómo prepararse antes de una cirugía

Prepárate física y mentalmente

Cualquier afección a nuestra salud nos genera malestar físico y mental. Es normal que los niveles de estrés se disparen cuando se materializa la necesidad de pasar por quirófano, por eso, debes prepararte.

En la medida de lo posible:

  • Intenta mantenerte físicamente activo; esto fortalecerá tu cuerpo y mejorará su capacidad de recuperación.
  • Practica ejercicios de respiración profunda; te ayudan a relajarte y, a la vez, refuerzan tus pulmones para que puedan afrontar la operación sin complicaciones a nivel respiratorio.
  • Busca fórmulas que te ayuden a manejar el estrés y la ansiedad; puedes hacer un poco de yoga, meditar, e incluso recurrir a la ayuda de un especialista si fuera necesario. 
  • Es importante que cuentes con el apoyo de amigos y familiares. Escoge quién quieres que te acompañe en el día de la operación, porque su presencia contribuirá a tu tranquilidad.
  • Practica la visualización positiva. Imagina un resultado exitoso de la cirugía y una recuperación sin complicaciones. Pensar de esta manera te ayudará a mantener una actitud positiva y optimista que calmará tus nervios.


Prepara tu casa

Tras la cirugía no vas a tardar demasiado en volver a tu casa. Para que todo resulte más cómodo, déjala lo mejor preparada posible para afrontar la recuperación.

Deja la casa limpia y asegúrate de que tienes los suministros necesarios a tu alcance: medicamentos, la nevera llena, muletas, sillas de ruedas, etc. No te olvides de proveerte también de algunos medios para entretenerte, como un libro o unos pasatiempos, especialmente si tienes que estar unos días sin salir.

Si vives solo, organízalo para disponer de algo de colaboración durante los primeros días. Si es una operación complicada, es posible que necesites ayuda con las tareas domésticas e incluso con tu cuidado personal.

Prepara ropa y un neceser

Para el día de la operación y la salida del hospital, lleva ropa que sea cómoda y te puedas poner y quitar de forma sencilla

Evita las prendas ajustadas, porque estas pueden causar molestias sobre la zona de la incisión. Lo más recomendable es ropa suelta y un calzado cómodo.

Prepara un neceser con los artículos básicos que vas a necesitar para tu higiene personal. Además, no te olvides de llevar tu identificación personal y todos los documentos médicos que puedan resultar necesarios. Incluso aunque no te hayan dicho nada de los informes médicos, tú llévalos cuando acudas al hospital.

Valora si es necesario rasurar la zona en la que te van a hacer la intervención. En estos casos es mejor retirar el vello directamente con una cuchilla en lugar de con otros métodos que puedan resultar más lesivos para la piel. 

En algunos casos es necesario hacer un lavado con un gel antiséptico la noche o la mañana antes de la cirugía. Si en tu caso hace falta, te lo proporcionarán en el hospital.

Lleva al hospital solo aquello que sea realmente esencial. Los objetos de valor es mejor que los dejes en casa, porque no podrás entrar con ellos al quirófano.

Gestiona el transporte

Organiza cómo vas a ir y volver al hospital. Sal con tiempo suficiente para llegar puntual a la hora a la que te han dicho que tienes que ingresar.

A la vuelta, aunque te sientas bien, no deberías conducir. Así que cuenta con alguien que te pueda llevar, o recurre al transporte público.

Date tiempo

Tras la operación, sé paciente. Sigue al pie de la letra las indicaciones que te dé el especialista. No te comprometas con actividades que impliquen mucho esfuerzo en las semanas siguientes a la operación, incluso aunque tú te notes bien.

Con calma y una buena preparación, afrontar una cirugía resulta mucho más sencillo. Para tener todavía más tranquilidad, escoge un Seguro de Salud Completo  que te dé acceso a los mejores especialistas.

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