Causas del dolor de garganta y remedios para su alivio

El dolor de garganta es una de las molestias más comunes que nos puede afectar en diferentes momentos del año. Este síntoma puede estar causado por muchos factores, desde infecciones leves como resfriados hasta condiciones más graves que requieren atención médica inmediata. Reconocer las causas, los síntomas asociados y los remedios más eficaces para aliviar la incomodidad es esencial para manejar adecuadamente este problema. 

Además, identificar cuándo es necesario consultar a un profesional de salud puede marcar la diferencia en la prevención de complicaciones.

El dolor de garganta puede originarse por múltiples razones, desde irritaciones pasajeras hasta infecciones que necesitan atención médica.

Irritación de garganta por alergias y ambiente seco

Las alergias a sustancias como el polvo, el polen o el moho son una causa frecuente de irritación en la garganta. Estas reacciones suelen acompañarse de picor, sequedad e incluso tos persistente. Además, los ambientes secos, especialmente durante el invierno por el uso de calefacción, pueden resecar las mucosas, agravando las molestias y provocando sensación de incomodidad al tragar.

Para aliviar este tipo de irritación, se recomienda mantener una buena hidratación, utilizar humidificadores y evitar la exposición a los alérgenos siempre que sea posible.

¿Qué síntomas indican una faringitis?

La faringitis es una inflamación de la garganta que, en la mayoría de los casos, tiene origen viral y está asociada a infecciones como el resfriado o la gripe. Sus síntomas más comunes incluyen dolor de garganta, enrojecimiento, fiebre baja, fatiga y congestión nasal.

En caso de que la causa sea bacteriana, como ocurre con el estreptococo del grupo A, el dolor puede ser más intenso, acompañado de fiebre alta, dificultad al tragar y presencia de puntos blancos o pus en la parte posterior de la garganta.

Es importante consultar al médico para confirmar el diagnóstico, especialmente si los síntomas persisten o empeoran, ya que una infección bacteriana requiere tratamiento específico, como el uso de antibióticos.

Amigdalitis y cómo detectarla

La amigdalitis es una inflamación de las amígdalas, generalmente causada por infecciones virales o bacterianas. Este cuadro clínico se caracteriza por síntomas como:

• Hinchazón y enrojecimiento de las amígdalas.
• Aparición de placas blancas o amarillas en su superficie.
• Dolor intenso al tragar.
• Fiebre.
• En algunos casos, dolor reflejo en los oídos.

La amigdalitis viral suele resolverse con reposo, hidratación y analgésicos para aliviar los síntomas. Sin embargo, si se sospecha de una causa bacteriana, como una infección estreptocócica, es fundamental consultar a un médico para confirmar el diagnóstico y prescribir un tratamiento adecuado, que puede incluir antibióticos.

¿Cuándo deberías preocuparte y consultar al médico?

Aunque el dolor de garganta suele ser un síntoma pasajero, en ciertos casos puede ser indicativo de una afección más seria que requiere atención médica. 

Conocer las señales de alarma es esencial para actuar a tiempo y evitar complicaciones.

Señales de alarma como fiebre alta y dolor persistente

La presencia de fiebre alta (superior a 38,5 °C) junto con un dolor de garganta persistente puede indicar una infección bacteriana, como la faringitis o una complicación más grave, como un absceso. Otros síntomas que requieren atención médica inmediata incluyen:

• Dolor que no mejora después de varios días.
• Aparición de puntos blancos o pus en la garganta.
• Malestar general severo acompañado de escalofríos.

Durante la pandemia, estos síntomas también se asociaron frecuentemente con la COVID-19, lo que generó dudas entre la población. Conocer las verdades y mitos sobre el coronavirus es clave para evitar alarmas innecesarias o falsos supuestos, ya que no todos los casos de dolor de garganta están relacionados con esta enfermedad. Ante cualquiera de estos síntomas, es fundamental acudir a un profesional sanitario para obtener un diagnóstico preciso y, en caso necesario, iniciar un tratamiento adecuado. 

Dificultades al tragar o respirar, lo que debes tener en cuenta 

Si el dolor de garganta está acompañado de dificultad al tragar o respirar, puede ser un signo de una afección seria, como:

• Absceso periamigdalino: acumulación de pus cerca de las amígdalas, que puede causar hinchazón severa.
• Epiglotitis: inflamación de la epiglotis, una emergencia médica que puede obstruir las vías respiratorias.

Otros síntomas de alarma incluyen la voz apagada, babeo excesivo (particularmente en niños) y una sensación de presión en el cuello. En estos casos, se debe buscar atención médica de urgencia para prevenir complicaciones graves.

Remedios caseros para aliviar el dolor de garganta

Para molestias leves o irritaciones pasajeras, algunos remedios caseros pueden ser útiles para reducir el malestar y promover la recuperación. 

Aunque estas soluciones son eficaces en casos leves, no deben sustituir una consulta médica si los síntomas persisten o empeoran.

Además, algunas personas optan por el uso de analgésicos de venta libre para aliviar el dolor. Conocer las diferencias, usos y riesgos del paracetamol frente al ibuprofeno permite tomar una decisión más informada sobre cuál utilizar en cada caso, ya que ambos tienen efectos distintos en el cuerpo y no siempre son recomendados para todos los pacientes.

Gárgaras con agua salada 

Un remedio sencillo y efectivo para aliviar el dolor de garganta es hacer gárgaras con agua salada. La sal actúa como un agente antiinflamatorio natural que ayuda a reducir la hinchazón y la irritación en la mucosa de la garganta.

Cómo prepararlo:

Mezcla media cucharadita de sal en un vaso de agua tibia.

Realiza gárgaras durante 15-30 segundos, asegurándote de no tragar la solución.

Repite el proceso dos o tres veces al día.

Este método es especialmente útil para aliviar molestias provocadas por irritaciones o infecciones leves.

Miel y limón, aliados naturales contra la irritación 

La combinación de miel y limón es uno de los remedios más populares para calmar la garganta irritada. La miel tiene propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias que ayudan a reducir el dolor, mientras que el limón aporta vitamina C y actúa como un agente astringente, aliviando la irritación.

Cómo prepararlo:

Exprime el zumo de medio limón en una taza de agua caliente.

Añade una cucharada de miel y remueve hasta que se disuelva.

Bebe lentamente para aprovechar sus beneficios calmantes.

Este remedio puede tomarse dos o tres veces al día para mantener la garganta hidratada y aliviar las molestias.

Infusiones y bebidas que calman y alivian 

Las infusiones de hierbas son un remedio tradicional para aliviar el dolor y la irritación en la garganta, gracias a sus propiedades terapéuticas naturales. Estas son algunas de las opciones más efectivas:

• Manzanilla: reconocida por su efecto antiinflamatorio, la manzanilla también tiene propiedades calmantes que ayudan a reducir la irritación y relajar los músculos de la garganta. Su acción antimicrobiana puede contribuir a combatir infecciones leves.
• Jengibre: esta raíz tiene compuestos como gingerol y shogaol, conocidos por sus efectos antiinflamatorios y antioxidantes. El jengibre también puede aliviar el dolor de garganta asociado a infecciones respiratorias al mejorar la circulación sanguínea y estimular el sistema inmunológico.
• Menta: gracias a su contenido en mentol, la menta proporciona una sensación de frescor que puede aliviar la sequedad y el picor en la garganta. También tiene propiedades descongestionantes y antimicrobianas que ayudan a reducir los síntomas de infecciones leves.
• Tomillo: rico en timol, un compuesto con efectos antisépticos, el tomillo es útil para calmar la garganta y tratar infecciones respiratorias leves.
• Tila: ideal para casos en los que el dolor de garganta está asociado a tensión o molestias por resfriados, ya que tiene propiedades relajantes y suavizantes.

Estas infusiones no solo alivian los síntomas, sino que también contribuyen a mantener el cuerpo hidratado, un factor crucial en la recuperación de afecciones de las vías respiratorias.

Consejos para prevenir el dolor de garganta

Prevenir el dolor de garganta es posible adoptando ciertos hábitos que ayudan a proteger las vías respiratorias y mantener la garganta en óptimas condiciones. Estos consejos son especialmente útiles en épocas de frío o en ambientes que favorecen las irritaciones y las infecciones.

Invierno y ambientes secos 

Durante el invierno, el uso de calefacción y las bajas temperaturas pueden resecar el aire, afectando las mucosas de la garganta y aumentando la susceptibilidad a irritaciones. Este problema también se intensifica en climas áridos o en interiores mal ventilados.

Para prevenirlo, es recomendable usar humidificadores, hidratarse regularmente, incluso si no se siente sed, para evitar la sequedad de las mucosas ó cubrir la nariz y la boca al salir al frío, utilizando bufandas o mascarillas.

Higiene de manos y otros hábitos

Mantener una buena higiene de manos es una de las medidas más efectivas para prevenir infecciones que puedan causar dolor de garganta, como resfriados, gripe o faringitis bacteriana. Conocer y prevenir las enfermedades más comunes en invierno es clave para evitar que los virus y bacterias afecten las vías respiratorias. Dado que virus y bacterias se transmiten fácilmente al tocar superficies contaminadas, es muy importante lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón, especialmente después de estar en lugares públicos o antes de comer. Usar gel hidroalcohólico cuando no sea posible acceder a agua y jabón y evitar tocarse la cara, especialmente la boca, la nariz y los ojos, ya que son puntos de entrada para los patógenos.

Además, es importante no compartir utensilios, vasos o botellas y ventilar los espacios cerrados para renovar el aire y reducir la acumulación de microorganismos.