A continuación, te contamos algunos detalles de interés sobre esta etiqueta:
Se trata de una clasificación del parque de vehículos en función de lo que contaminan. Existen 4 categorías, siendo de menos a más contaminante las siguientes: Azul o Cero emisiones; Verde y Azul o ECO, Verde o C y Amarillo o B.
El principal objetivo es favorecer a los vehículos que son más respetuosos con el medioambiente.
Cada autoridad podrá decidir qué incentivos ofrece a los vehículos más limpios teniendo en cuenta esta información. De momento no tiene un uso específico pero en algunos países, como Alemania, esta clasificación regula el acceso a los centros urbanísticos de algunas ciudades o restringe el tráfico en momentos identificados como alta contaminación.
No es obligatorio aunque sí recomendable adherir la etiqueta en lugar visible, por ejemplo, en la parte inferior derecha del parabrisas delantero.
Ahora bien, en jornadas de alta polución y con restricciones de circulación, algunas ciudades no permitirán circular a vehículos sin el distintivo.
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