En la jerga coloquial se llama “manitas” a alguien que tiene una gran habilidad para realizar trabajos manuales, como, por ejemplo, lijar y barnizar sillas; arreglar ventanas; reparar los grifos que gotean y que nos hacen malgastar más agua; pintar la casa; reparar algún que otro electrodoméstico; cambiar las bombillas, y así con un largo etcétera.
Está claro que los imprevistos son eso, imprevistos: llegan cuando menos los esperas y por eso siempre es una ventaja contar con un manitas cerca. Antes o después se terminará rompiendo algo en casa y poder contar con sus servicios es una buena forma de tener una solución rápida y que nos dé tranquilidad. Porque, además, que todo esté en perfecto estado ayudará también a prevenir accidentes infantiles en el hogar y otros contratiempos similares.
No necesariamente se tiene que romper algo para necesitar un manitas, porque estos son capaces de:
Un buen manitas, aunque parezca que la palabra tiene un tono muy coloquial, no es una persona que hace “chapuzas”. Los manitas son, a menudo, profesionales muy cualificados que hacen que lo difícil, parezca fácil.
Salvo que tengas un manitas de confianza de toda la vida, es complicado encontrar a alguien que haga de todo y que lo haga bien y a un precio razonable. Existen aplicaciones para buscarlos y siempre puedes recurrir a Google, pero te estás arriesgando a equivocarte: quizás contrates a una persona que en realidad no sepa lo que hace, y acabe haciendo mayor el problema; o puede que te cobre demasiado dinero por una reparación sencilla y barata porque, como no sabes la magnitud real del problema, confías en esa persona para que te lo diga y pueden engañarte.
Si quieres evitar estas situaciones, te recomendamos que consultes con tu Seguro de Hogar, ya que algunos ofrecen un servicio de manitas a domicilio. ¿Por qué es esto una ventaja? Por dos razones: la primera es que no tendrás que desembolsar nada o casi nada de dinero en caso de que necesites cualquier tipo de reparación (algunas pueden llegar a ser bastante caras, dependiendo de la gravedad, la urgencia y cuándo suceda, si entre semana o en fin de semana o día festivo); la segunda es que no tendrás que volverte loco buscando un profesional de confianza, porque esa criba inicial ya la han hecho desde tu seguro.
Como cualquier otra cobertura, esta tiene sus condiciones. En el caso de Línea Directa ofrecemos una cobertura llamada Servicio de mantenimiento y reparaciones, al alcance de cualquiera que haya contratado uno de nuestros seguros de hogar. Este servicio consiste en que, en caso de siniestro, se pueden hacer tanto consultas telefónicas como solicitar que un técnico cualificado valore los daños.
Además, también está la Asistencia Complementaria, a través de la cual ponemos a tu disposición nuestro Centro de Servicios: solo tienes que decirnos qué tipo de profesional necesitas, si fontanero, electricista, carpintero, cerrajero o cualquier otro y nos pondremos en contacto con ellos por ti para ofrecerte un presupuesto.
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