Almacenamiento seguro de medicamentos en el hogar

Los medicamentos nos ayudan a reponernos cuando estamos enfermos y, gracias a ello, la esperanza de vida ha aumentado mucho en las últimas décadas. Sin embargo, no siempre los guardamos en casa de la forma más adecuada, lo que puede afectar a su efectividad.
No hace falta que tratemos las medicinas con la misma precisión que en los almacenes de medicamentos, pero sí que es importante que las conservemos de la mejor forma posible.

Con el tiempo, las medicinas caducan y pierden efectividad. Por eso, el primer paso es revisar todo lo que hay en tu botiquín. Asegúrate de quedarte únicamente con los medicamentos que necesitas y que están en buenas condiciones. 

Recurre al reciclaje de medicamentos para deshacerte de aquellos que ya no te hacen falta, tienes a tu disposición el punto SIGRE en las farmacias. 

Siempre que se trata de poner orden en casa, debemos deshacernos de lo que ya no necesitamos y evitar acumulaciones, así que con los medicamentos vamos a hacer lo mismo. Nos quedaremos con los esenciales y así será más fácil guardarlos bien.
 

¿Por qué es importante guardar bien la medicación?

Hay varias razones por las que debemos prestar especial atención a esta cuestión:

• Efectividad del tratamiento. Si guardamos la medicación siguiendo las indicaciones del fabricante, tenemos garantizada su efectividad. Por el contrario, si la expones a condiciones inadecuadas, como un exceso de humedad, su composición química se puede ver afectada.
• Seguridad. Guardar los medicamentos fuera del alcance de niños y mascotas ayuda a evitar accidentes y posibles intoxicaciones.
• Prevención de la contaminación.  La medicación debe estar guardada en un lugar limpio y seco, para evitar que pueda resultar contaminada.
• Cumplir el tratamiento. Una medicación bien organizada facilita el cumplimiento de los tratamientos médicos porque el paciente puede saber en todo momento si ha tomado o no una pastilla.
• Respetar la fecha de vencimiento. Si guardas bien la medicación y la revisas periódicamente, no tienes el botiquín lleno de productos que ya no necesitas o que han caducado.
• Ahorro de dinero. Los medicamentos bien almacenados duran más tiempo y de un solo vistazo puedes saber lo que tienes y lo que te falta en el botiquín, lo que se traduce en un ahorro de dinero porque evitas compras innecesarias.

Cómo se deben guardar los medicamentos

Para disfrutar de estos beneficios que hemos visto, solo necesitamos aplicar unas sencillas pautas de organización:

• Leer el prospecto

  Ya se trate de una medicina recetada por el especialista o de un medicamento que puede adquirirse en la farmacia sin receta, lo primero que hay que hacer es leer detenidamente el prospecto.

  Este documento nos da mucha información sobre los usos y la posología de la medicina, pero también contiene datos sobre cómo debemos conservarla de forma adecuada.

• Mantener el medicamento en su envase original

  Los pastilleros resultan muy útiles para gestionar la ingesta de medicamentos cuando hay que tomar varios a lo largo del día. Pero, en la medida de lo posible, no debemos poner las pastillas en estos dispositivos hasta el último momento.

  Lo ideal es conservar las cápsulas en su blíster y guardar este dentro de la caja original con su correspondiente prospecto, así tendremos siempre a mano información útil como la fecha de caducidad o la forma en que debe tomarse el medicamento.

• Guardar juntos los medicamentos similares

  A la hora de organizar el botiquín, se aconseja guardar juntos los medicamentos similares. Por ejemplo, ponemos juntos los antiinflamatorios y en otro lugar los analgésicos.

  No vamos a tardar ni cinco minutos en poner la caja de los medicamentos en orden y, a cambio, vamos a facilitar mucho la búsqueda cuando tengamos que tomar algún comprimido.

• Conservación de los medicamentos termolábiles

  Aunque la mayoría de los medicamentos no necesitan ser conservados en frío, hay algunos que sí. De ahí la importancia de leer el prospecto como mencionábamos antes.

  Los jarabes, las gotas y las suspensiones orales se conservan mejor en la nevera una vez abiertos. Además, hay que tener especial precaución con ellos, ya que empiezan a perder efectividad muy rápidamente. Por eso, es normal que un jarabe no nos sirva de una vez para otra, aunque lo hayamos guardado en la nevera.

  Por otro lado, hay medicaciones que deben guardarse en la nevera incluso cuando no han sido abiertas, como ocurre con la insulina. En algunos casos, que son los menos habituales, hay medicaciones que requieren estar en el congelador.

  Si un medicamento necesita ser conservado en frío y no se lo damos, su eficacia puede mermar rápidamente por lo que es fundamental asegurarse de las condiciones de conservación que requiere.

• Evitar la humedad

  La humedad es una gran enemiga para los medicamentos y puede hacer que los mismos pierdan su efectividad, incluso que se descompongan. Por eso, ni el cuarto de baño ni la cocina son buenos lugares para tener el botiquín porque son las estancias de la casa con mayor humedad.

  Lo recomendable es que pongas las medicinas en una caja cerrada y las guardes dentro de un armario, puede ser en el salón de casa o en cualquier otra habitación.

  Lo importante es que estén a resguardo de la humedad y también de las temperaturas extremas por lo que no vamos a ponerlos en un lugar en el que reciban de forma directa el impacto de la calefacción o del aire acondicionado. Tampoco es bueno que los medicamentos estén expuestos a luz solar directa. Por eso, se dice que un lugar fresco y seco es lo más adecuado.

• Mantenerlos fuera del alcance de los niños

  La manera más efectiva de evitar accidentes es que los medicamentos no estén nunca al alcance de los niños ni de las mascotas, ni de personas que no puedan gobernarse por sí mismas.

  Si los ponemos en un armario alto, o cerrado con llave, limitamos el acceso a los mismos y nos evitamos posibles disgustos.

  Guardar bien los medicamentos es esencial para que estos hagan en nuestro organismo el efecto que esperamos de ello. Eso sí, procura no automedicarte y evita acumular medicinas en casa para proteger tu seguridad. Y si lo que quieres es proteger la seguridad de tu casa, entonces opta por elegir un buen Seguro de Hogar.