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Educación básica del perro: las 6 órdenes que debes enseñar a tu cachorro
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La educación de un cachorro es clave para garantizar su bienestar. Enseñar a un perro a obedecer órdenes básicas, no solo mejora su comportamiento, sino que también fortalece el vínculo entre el animal y su familia. Durante los primeros meses de vida, los perros están más receptivos al aprendizaje, por lo que aprovechar esta etapa resulta fundamental para establecer una base sólida en su educación.
Las órdenes esenciales como "quieto", "ven" o "suéltalo" no solo contribuyen a su seguridad, sino que también evitan situaciones de riesgo y mejoran su capacidad de autocontrol. Además, contar con la participación de los niños en la educación del cachorro es una oportunidad para enseñarles valores como la paciencia, la responsabilidad y la empatía. El porqué tener un perro es genial para los más pequeños se explica precisamente en esta relación de aprendizaje mutuo, donde los niños no solo disfrutan de su compañía, sino que también desarrollan habilidades emocionales importantes.
Quieto: cómo enseñar a tu cachorro a quedarse en su lugar
La orden "quieto" es una de las más importantes en la educación de un cachorro, ya que fomenta la paciencia, el autocontrol y la seguridad del perro en diversas situaciones. Este comando es útil para evitar que el perro cruce la calle sin permiso o para que se mantenga en su lugar cuando haya visitas en casa.
Además, aprender a quedarse quieto es especialmente útil cuando se realizan actividades fuera del hogar, como paseos o viajes en familia. De hecho, aplicar algunos consejos para viajar con tu perro sin complicaciones se vuelve más sencillo si el perro domina esta orden, ya que podrá permanecer en su sitio durante los trayectos.
Técnicas para enseñar la orden "quieto"
- Elige un lugar tranquilo tratando de evitar distracciones, un entorno sin estímulos que puedan desconcentrar al cachorro. A medida que progrese, podrás aumentar gradualmente el nivel de distracción.
- Utiliza recompensas positivas, ten a mano premios que le motiven y combínalas con caricias o palabras de refuerzo positivo como "¡muy bien!".
- Comienza con la posición de sentado y desde esta posición, levanta la palma de tu mano frente a su cara (como señal de "alto") y di la palabra "quieto" con voz firme pero tranquila.
- Retrocede lentamente, da uno o dos pasos hacia atrás mientras mantienes la palma levantada. Si el perro se mantiene en su posición, felicítalo y dale un premio. Si se mueve, repite el proceso desde el inicio, con paciencia y sin regañarle.
- Aumenta gradualmente la distancia y el tiempo. Conforme el cachorro aprenda a quedarse quieto, aumenta la distancia y el tiempo antes de recompensarlo. Comienza con unos pocos segundos y ve aumentando progresivamente.
- Una vez domine la orden en casa, prueba en otros lugares con más estímulos, como el parque. Esto le ayudará a generalizar la orden y obedecerla en cualquier situación.
Errores comunes y cómo evitarlos
El aprendizaje requiere constancia y paciencia. No fuerces al cachorro ni te frustres si no lo consigue a la primera.
Debes tener presente cuándo premiar a tu cachorro, deben darse justo en el momento en que el cachorro obedezca, de lo contrario, no asociará la acción con la recompensa.
Da órdenes consistentes en las que siempre utilices la misma palabra y el mismo gesto. Cambiar la orden puede confundir al cachorro.
Ven: garantiza que siempre acude a tu llamada
La orden "ven" es fundamental para la seguridad de tu cachorro, especialmente en situaciones al aire libre donde puede estar expuesto a riesgos, como el tráfico o la presencia de otros animales. Conseguir que acuda de inmediato a tu llamada es clave para tener un control eficaz sobre él y evitar posibles peligros.
Técnicas para enseñar la orden "ven"
- Asegúrate de que tu cachorro responde bien a su nombre antes de introducir la palabra "ven". Llámalo con un tono alegre y prémialo cada vez que se acerque a ti.
- Usa recompensas atractivas, elige golosinas, juguetes o cualquier elemento que le resulte muy motivador. La recompensa debe ser lo suficientemente atractiva para que quiera ir hacia ti.
- Inicia el entrenamiento en espacios reducidos, en casa o en un lugar seguro y cerrado donde no haya distracciones. Colócate a una corta distancia, agáchate para parecer accesible y llámalo diciendo su nombre seguido de "ven" con entusiasmo.
- Una vez que el perro comience a moverse hacia ti, retrocede ligeramente para incentivar el movimiento. Este pequeño "juego de persecución" activará su instinto natural de seguirte.
- Cuando el perro llegue a ti, ofrécele una recompensa inmediata y felicítalo con caricias o palabras amables. Esta asociación positiva reforzará su comportamiento.
- A medida que el cachorro entienda la orden, aumenta la distancia entre ambos e incorpora algunas distracciones, como otras personas o juguetes cerca. Esto le permitirá obedecer en cualquier situación.
- Una vez domine la orden en casa, pasa a practicarla en el parque o durante los paseos. Usa una correa larga al principio para asegurarte de que no se escape si se distrae.
Errores comunes y cómo evitarlos
Si solo le llamas para regañarle o ponerle la correa al final del paseo, el cachorro asociará la orden "ven" con algo negativo. Alterna entre situaciones positivas y de control para que siempre quiera acudir.
Repetir la orden demasiadas veces o de forma continua hará que el cachorro no comprenda la importancia de la palabra. Lo ideal es decirla una vez con firmeza y esperar.
Si el cachorro no acude, no le persigas, ya que podría interpretarlo como un juego. Es mejor agacharse o retroceder, lo que activará su instinto de seguirte.
Túmbate: consigue que se relaje y obedezca
Enseñar a tu cachorro a tumbarse es una forma eficaz de promover la calma y el autocontrol. Esta orden es especialmente útil en situaciones donde se necesita que el perro esté tranquilo, como en la consulta del veterinario o cuando hay visitas en casa. Además, "túmbate" prepara al perro para aprender órdenes más avanzadas en el futuro.
Técnicas para enseñar la orden "túmbate"
- Comienza desde la posición de sentado porque así será más fácil guiarlo para que se tumbe.
- Con una golosina en la mano, acércala al hocico del perro para captar su atención. Lentamente, baja la mano hacia el suelo y muévela ligeramente hacia adelante. Este movimiento natural hará que el perro baje la cabeza y luego el cuerpo para seguir la golosina.
- Asocia la orden verbal "túmbate" mientras realizas el movimiento con la golosina, di la palabra "túmbate" con voz clara y tranquila. Repite esta secuencia varias veces para que el cachorro relacione la acción con la orden verbal.
- Una vez que el cachorro esté completamente tumbado, dale la golosina y felicítalo con palabras cariñosas. Esta asociación positiva le motivará a repetir la acción.
- Cuando el perro entienda la orden, practica sin utilizar la golosina como guía y solo usa el gesto de la mano y la palabra "túmbate". Poco a poco, aumenta la distancia desde la que das la orden.
- Una vez que tu cachorro aprenda a tumbarse en casa, ponlo a prueba en otros entornos con más estímulos. Esto le permitirá generalizar la orden y obedecerla en cualquier circunstancia.
Errores comunes y cómo evitarlos
Nunca intentes empujar al cachorro para que se tumbe, ya que esto genera rechazo y miedo. Es mejor utilizar el refuerzo positivo con golosinas y gestos.
No repitas la palabra "túmbate" demasiadas veces, ya que el perro puede perder el interés. Dale tiempo para pensar y realizar la acción, es fundamental tener paciencia y asumir que tendrás que repetir muchas veces los mismos ejercicios.
Si el cachorro se levanta inmediatamente después de tumbarse, no le premies. La recompensa debe darse solo cuando esté completamente tumbado y tranquilo.

Camina junto: paseos sin tirones ni saltos descontrolados
Conseguir que tu cachorro camine junto a ti de forma tranquila es uno de los mayores desafíos en la educación canina, pero también uno de los más importantes. Esta orden evita tirones de correa, saltos descontrolados y paseos caóticos, mejorando la experiencia tanto para el perro como para su dueño. Enseñar a tu cachorro a caminar junto a ti requiere paciencia y práctica, pero los beneficios se notarán en cada paseo.
Técnicas para enseñar la orden "camina junto"
- Utiliza collar para controlar los movimientos, el entrenamiento será mucho más sencillo que con un arnés.
- Elige una correa de longitud media (ni muy corta ni muy larga). Evita las correas extensibles, ya que fomentan la falta de control.
- Empieza en un lugar con pocas distracciones, en casa o en un espacio tranquilo. Esto permitirá al perro concentrarse mejor.
- Define la posición de "junto” y decide si prefieres que el perro camine a tu izquierda o a tu derecha, pero sé coherente con esta elección. La mayoría de los entrenadores caninos eligen la izquierda.
- Utiliza premios para guiar la posición. Con una golosina en la mano, coloca la mano cerca de tu pierna y deja que el perro la siga mientras caminas. Di la palabra "junto" cada vez que el cachorro esté bien posicionado a tu lado.
- Mientras el perro camine junto a ti sin tirar, prémialo con una golosina o con palabras de refuerzo positivo. El objetivo es que asocie la posición de "junto" con una experiencia agradable.
- Una vez que el perro camine bien en casa, pasa a practicar en la calle. Haz paseos cortos e incorpora distracciones poco a poco, como otros perros, ruidos o personas.
Errores comunes y cómo evitarlos
Si el perro tira de la correa, no tires hacia atrás, ya que podría interpretar esto como un "juego de fuerza". En su lugar, detente por completo y no avances hasta que el cachorro vuelva a colocarse a tu lado. Cuando esté en la posición correcta, reanuda el paseo.
Las correas largas o extensibles dan demasiada libertad y dificultan que el cachorro entienda la posición de "junto". Es mejor una correa de longitud controlada.
Si permites que el perro camine unas veces a la izquierda, otras a la derecha y otras por delante, se confundirá. Define la posición desde el inicio y sé constante.
Muchos dueños olvidan premiar al perro cuando está bien colocado. Felicitar y premiar al cachorro en la posición correcta es esencial para que entienda la orden "junto".
Suelta: asegura el control sobre los objetos
La orden "suelta" es esencial para la seguridad de tu cachorro, ya que permite que libere objetos peligrosos de su boca, como alimentos tóxicos, objetos afilados o juguetes rotos.
También es clave para evitar problemas de conducta relacionados con la posesión de objetos, como gruñidos o agresividad por proteger sus tesoros. Enseñar esta orden desde cachorro facilita su convivencia en casa y mejora su control de impulsos.
Técnicas para enseñar la orden "suelta"
- Elige su juguete favorito y una golosina atractiva para practicar, es importante que la golosina sea más atractiva que el juguete.
- Juega con el cachorro utilizando el juguete, pero mantén el control. Deja que muerda y sujete el objeto para que disfrute del juego.
- Introduce la orden "suelta" mientras sostiene el juguete y muestra la golosina cerca de su nariz. Esto captará su atención e incentivará que abra la boca. En ese momento, di con voz firme pero tranquila la orden "suelta".
- En cuanto el cachorro suelte el juguete, dale la golosina y felicítalo con palabras cariñosas. El objetivo es que asocie la acción de soltar con una recompensa positiva.
- Repite el ejercicio hasta que el cachorro entienda que "suelta" significa dejar lo que tiene en la boca. Con la práctica, podrás usar solo la palabra y no necesitarás la golosina.
- Una vez aprenda con su juguete favorito, prueba con otros objetos que suela coger, como calcetines o pequeños objetos de casa. De esta forma, entenderá que "suelta" se aplica a cualquier objeto, no solo a su juguete.
Errores comunes y cómo evitarlos
Nunca intentes forzar y abrirle la boca con la mano, ya que esto puede generar rechazo o miedo. Es mejor utilizar el refuerzo positivo con golosinas para que lo haga por su propia voluntad.
Si le quitas algo prohibido o peligroso a través de la orden suelta pero luego le regañas, asociará la acción de soltar con una experiencia negativa y no querrá soltar nada la próxima vez. En su lugar, intercambia el objeto por una recompensa.
Usa siempre la misma palabra ("suelta") y no la cambies por "déjalo" o "dámelo". La coherencia en la palabra es clave para que el perro comprenda la orden.
Esta orden debe reforzarse regularmente con distintos objetos. Practicar solo una vez no será suficiente para que el cachorro generalice el aprendizaje.
No: cómo establecer límites claros y efectivos
La orden "no" es una de las más utilizadas en la educación de un cachorro, ya que permite corregir comportamientos no deseados, como morder muebles, ladrar de forma excesiva o coger objetos prohibidos.
Sin embargo, para que esta orden sea eficaz, debe utilizarse de forma correcta, evitando confundir al perro o generarle miedo. La clave está en la coherencia y en reforzar las conductas positivas de forma simultánea.
Técnicas para enseñar la orden "no"
- Usa un tono de voz firme, pero calmado. El tono de la voz es fundamental para que el cachorro entienda la diferencia entre una orden de advertencia ("no") y una orden normal.
- La corrección debe hacerse en el mismo instante en que el perro esté realizando la acción incorrecta. Si lo haces después, no entenderá el motivo de la corrección.
- Sé coherente con el uso de la palabra "no" y no la cambies por otras como “para”. La consistencia ayuda al perro a entender mejor la orden.
- Después de decir "no", ofrece una alternativa adecuada. Por ejemplo, si está mordiendo un zapato, dale su propio juguete para morder. De esta forma, no solo detienes el comportamiento, sino que también le enseñas qué sí puede hacer.
- Evita el uso excesivo de la palabra "no” puesto que el abuso hará que el perro deje de prestarle atención. Resérvala para las acciones que realmente quieras corregir y combina la corrección con el refuerzo positivo cuando haga algo bien.
- No esperes a que el perro cometa errores. Crea pequeñas "pruebas" para enseñarle la orden. Por ejemplo, coloca un objeto en el suelo e impídele cogerlo diciendo "no". Cuando obedezca, prémialo con una golosina o una caricia.
Errores comunes y cómo evitarlos
Si dices "no" constantemente sin motivo, el perro no sabrá a qué acción te estás refiriendo. Sé específico y usa la orden solo cuando sea necesario.
Es fundamental mantener la coherencia, si un día permites que suba al sofá y otro día no, el cachorro no entenderá el límite. La coherencia en las normas familiares es clave.
El castigo físico o los gritos generan miedo e inseguridad en el perro. Es más efectivo combinar la orden "no" con el refuerzo positivo cuando obedece.
Consejos prácticos para reforzar las órdenes y evitar errores comunes
La educación de un cachorro requiere constancia, paciencia y técnica. Reforzar las órdenes básicas de forma correcta asegura que el perro las aprenda más rápido y con mayor eficacia.
- Utiliza el refuerzo positivo: las golosinas, las caricias y las palabras de ánimo ("¡muy bien!") son esenciales para que el cachorro asocie la obediencia con una experiencia positiva. Recompensa siempre que obedezca correctamente.
- Sé constante y coherente: usa siempre las mismas palabras para cada orden y asegúrate de que todos los miembros de la familia sigan las mismas normas. Si una persona permite que suba al sofá y otra se lo prohíbe, el cachorro se confundirá.
- Evita el exceso de repeticiones: no repitas las órdenes continuamente ("ven, ven, ven") porque el perro aprenderá a ignorarlas. Di la orden una vez con firmeza y espera. Si no obedece, guíalo hacia la acción correcta y recompénsalo cuando la realice.
- Practica sesiones cortas, pero frecuentes: los cachorros tienen una capacidad de atención limitada. Es mejor hacer varias sesiones de 5-10 minutos al día que una sesión larga. Así evitarás el aburrimiento y la frustración.
- Entrena en diferentes entornos: después de que el cachorro aprenda una orden en casa, practícala en otros lugares con más estímulos, como el parque. De este modo, entenderá que la orden se aplica en cualquier contexto.
- No utilices el castigo ni la violencia: regañar o gritar al cachorro puede provocar miedo e inseguridad, afectando a la relación entre ambos. En lugar de castigar, utiliza la redirección (ofrece una alternativa correcta) y refuerza los comportamientos positivos.
- Sé paciente y no te frustres: cada perro aprende a su ritmo. La paciencia es clave para obtener buenos resultados a largo plazo. Si sientes frustración, es mejor parar la sesión y retomarla en otro momento.
Reforzar las órdenes básicas en la educación de un cachorro no se basa en la repetición infinita, sino en la coherencia, la paciencia y el refuerzo positivo.
Con estos consejos prácticos, lograrás que tu perro aprenda de forma eficaz, evitando errores que puedan retrasar su progreso. Las órdenes como "quieto", "ven" o "suelta" son esenciales para la seguridad y la convivencia diaria. Cuanto antes las enseñes, mejor será la relación con tu perro y mayor será su bienestar emocional.
Iniciar la educación desde las primeras etapas de vida del perro es clave para lograr resultados efectivos. La constancia, la paciencia y el refuerzo positivo son las herramientas principales para conseguir que el cachorro aprenda de forma rápida y sin generar miedo ni estrés. Además, contar con la colaboración de toda la familia, especialmente de los más pequeños, fomenta valores como la empatía y la responsabilidad.
Pero más allá de la obediencia, la seguridad del perro es un aspecto fundamental. Por eso, además de enseñar órdenes esenciales, es importante considerar la tranquilidad de tener a tu perro asegurado , ya que esto proporciona una capa adicional de protección ante posibles imprevistos. Con educación, seguridad y cariño se crea una relación equilibrada y feliz entre el perro y su familia.
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