¿Qué es la Fibromialgia? Síntomas y tratamiento

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Qué es y por qué aún no tiene una causa clara 

La fibromialgia es una enfermedad caracterizada por el dolor generalizado, fatiga extrema y otros síntomas que pueden afectar significativamente la calidad de vida de quienes la padecen. Sobre todo afecta a las mujeres, pero su diagnóstico es complejo ya que es difícil de diagnosticar por sus síntomas variados. 

La fibromialgia es un síndrome caracterizado por dolor musculoesquelético generalizado, muchas veces viene acompañado de fatiga, trastornos del sueño y dificultades cognitivas.  

No se sabe las causas exactas de esta enfermedad, muchos estudios indican que podría estar relacionada con alteraciones en la forma en que el cerebro y el sistema nervioso procesan las señales de dolor.

Factores asociados a la fibromialgia:

 

Genéticos: la predisposición genética juega un papel importante, algunos estudios indican que esto podría deberse a factores hereditarios. 

Estrés y traumas: el estrés y los traumas pueden tener algo que ver en la aparición de la fibromialgia, ya que puede ser un desencadenante para que aparezca. 

Alteraciones del sueño: la falta de sueño o tener alteraciones en el descanso, son comunes en pacientes con fibromialgia y pueden exacerbar los síntomas. 

El diagnóstico de la fibromialgia es clínico y se basa en la evaluación detallada de los síntomas y la exclusión de otras patologías. Acudir a un médico para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado es primordial para detectarlo.

 

Mitos comunes y verdades que necesitas saber

La fibromialgia, al ser una enfermedad compleja y poco comprendida, sin saber muy bien porque aparece, se crea en torno a ella una serie de mitos, eso ocurre cuando no hay una información clara de esta enfermedad. 

Estos son los mitos más comunes y las realidades basadas en evidencia científica:

Mito 1: "La fibromialgia no es una enfermedad real"
Realidad: la fibromialgia está reconocida como una enfermedad por organizaciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las investigaciones han identificado alteraciones en el sistema nervioso que es donde se procesa el dolor en estos pacientes.

Mito 2: "Sólo afecta a mujeres mayores"
Realidad: aunque es más frecuente en mujeres, algunos hombres y personas jóvenes también son los que se ven afectados por esta enfermedad. 

Mito 3: "Es solo un problema psicológico"
Realidad: la fibromialgia tiene componentes físicos y neurológicos. Se asocia con un aumento de la sensibilidad al dolor debido a disfunciones en el sistema nervioso central y aunque puede coexistir con problemas de salud mental como ansiedad o depresión, no es algo que sea psicológico.

Mito 4: "No hay tratamiento para la fibromialgia"
Realidad: existen diferentes tratamientos disponibles que ayudan a manejar los síntomas, desde medicamentos hasta terapias alternativas como el yoga.

Mito 5: "Las personas con fibromialgia no pueden llevar una vida normal"
Realidad: con el tratamiento adecuado, muchas personas pueden aprender a controlar los síntomas y mejorar su calidad de vida. El apoyo médico, terapéutico y social es fundamental para ayudar a los pacientes a mantener una vida activa.

Señales y síntomas que afectan tu día a día

La fibromialgia tiene múltiples síntomas que impactan a la vida diaria de quienes la padecen. Aunque el dolor crónico es el síntoma más conocido, otros factores como el cansancio extremo, los problemas de sueño y las dificultades cognitivas complica el tener controlada esta enfermedad. 

Algunos de estos síntomas pueden superponerse con los de otras afecciones, un ejemplo de ello son los síntomas relacionados con la tiroides que pueden confundirse con los de la fibromialgia, especialmente en el caso del hipotiroidismo.

Dolor constante y su impacto en la vida cotidiana

El dolor constante en todo el cuerpo puede variar de intensidad. Ya no es solo el dolor físico, sino que afectaba a las tareas cotidianas, lo que puede generar frustración y un aislamiento en el paciente.

Cansancio extremo y problemas de sueño

La fatiga crónica lo que puede provocar es que a la hora de ir a dormir, las personas con fibromialgia no puedan descansar adecuadamente, con lo que conlleva a que se despiertan cansados, y así sucesivamente, como si fuera un círculo.

Dificultades cognitivas, la llamada “fibroniebla”

La "fibroniebla" describe las dificultades cognitivas que afrontan muchos pacientes como problemas de concentración, memoria y capacidad para procesar información. Esto hace que a la hora de hacer tareas laborales o educativas puedan crear frustración o estrés. 

Impacto emocional y social

Además de los síntomas físicos, la fibromialgia puede afectar la salud emocional. Estos síntomas lo que pueden derivar es en depresión y ansiedad por lo que es fundamental abordar estos síntomas de manera integral, combinando tratamientos médicos y estrategias de autocuidado que permitan garantizar la calidad de vida.

Puntos gatillo

Conocidos como “puntos sensibles” son partes específicas donde las personas que tienen fibromialgia en su cuerpo experimentan una sensibilidad muy alta al tacto, siendo esto un indicador en el diagnóstico de esta enfermedad.

Dónde se localizan y por qué causan tanto sufrimiento

Los puntos gatillo suelen encontrarse en lugares como el cuello, los hombros, la parte superior del pecho, los codos, las caderas y las rodillas. Estas partes del cuerpo son sensibles a la presión, y su dolor puede irradiarse a otras partes del cuerpo. Es imprescindible conocer la localización de los puntos dolorosos en la fibromialgia  y comprobar que al menos 11 de los 18 se ven afectados por la presión.

El dolor en estas áreas es resultado de una sensibilización central del sistema nervioso, haciéndolo más intenso y persistente.

Estrategias para reducir el dolor en estas áreas específicas

Terapias físicas:
Fisioterapia y masajes suaves pueden ayudar a reducir la tensión muscular alrededor de los puntos gatillo, mejorando la movilidad y aliviando el dolor.

Calor localizado:
Aplicar calor en estas zonas puede relajar los músculos y disminuir la sensibilidad. Tener baños de agua templada son una estrategia válida.

Ejercicio moderado:
Actividades de estiramientos como es el yoga, han demostrado que mejoran el dolor y con ello la rigidez.

Técnicas de relajación:
Una relajación como es la meditación o una respiración profunda ayudan a mantener el estrés.

Intervenciones médicas:
Los anestésicos o corticoides son medicamentos que puede mandar un médico para aliviar el dolor de forma provisional.

Es importante que las estrategias para tratar los puntos gatillo aborde el resto de los síntomas de la fibromialgia.

Opciones de tratamiento que marcan la diferencia 

Aunque no tenga cura, hay diversos tratamientos que pueden ayudar a manejar sus síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Esto incluye medicamentos, terapias alternativas y cambios en el estilo de vida, suelen combinarse para lograr un alivio más completo.

Medicación y cómo puede ayudarte a gestionar los síntomas

Los tratamientos farmacológicos están orientados a reducir el dolor, mejorar el sueño y tratar los problemas emocionales asociados. Entre los medicamentos más utilizados se encuentran:

Analgésicos: el paracetamol o derivados medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) pueden aliviar el dolor.

Antidepresivos: algunos, como la duloxetina o la amitriptilina, pueden aliviar el dolor y mejorar la calidad del sueño.

Anticonvulsivos: medicamentos como la pregabalina han demostrado ser efectivos para reducir el dolor en personas con fibromialgia.

Estos medicamentos deben de tener receta y estar supervisados por un médico, ya que cada paciente puede responder de manera diferente a los tratamientos.

Terapias alternativas, desde yoga hasta acupuntura

Hay otras terapias alternativas para complementar el manejo de los síntomas:

Yoga y tai chi: la combinación de movimiento suave, respiración controlada y meditación puede reducir la rigidez y el estrés y mejorar el dolor.

Acupuntura: la estimulación de puntos específicos en el cuerpo puede aliviar el dolor y mejorar el bienestar general.

Terapias de masaje: ayudan a relajar los músculos y a reducir la sensibilidad en los puntos gatillo.


La importancia de un enfoque integral

El tratamiento de esta enfermedad debe de combinar tratamientos médicos, actividades físicas adaptadas y apoyo emocional. 

También ayudas como la de fisioterapia, asesoramiento psicológico y técnicas de manejo del estrés pueden marcar una gran diferencia en la calidad de vida del paciente.

Es importante tener en cuenta consejos sobre cómo enfriar y calentar correctamente tu cuerpo, un aspecto fundamental en la gestión del dolor. La aplicación de calor para relajar los músculos y reducir la rigidez, mientras que el uso de frío ayuda a reducir la inflamación y el dolor localizado en áreas específicas. Este enfoque de "terapia de contraste", ayuda especialmente para aliviar la sensibilidad en los puntos gatillo.

Otro aspecto clave en la mejora de la calidad de vida son actividades como la natación, el aquagym, el pilates o incluso caminatas suaves en la naturaleza. Estos ejercicios permiten mantener el cuerpo en movimiento de forma segura, evitando el sedentarismo, que puede empeorar la rigidez y el dolor.

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