Cada vez que tenemos una avería en el coche y nos toca visitar el taller, nuestro bolsillo se echa a temblar. Las revisiones son inevitables y no debemos saltárnoslas, pero hay pequeños gestos que pueden ayudar a reducir el importe de la factura si cuidamos su mantenimiento.
Si conseguimos convertir en hábito algunos actos cotidianos en la forma de conducir y de cuidar el mantenimiento del vehículo, conseguiremos que nos dure más y en mejores condiciones nuestro vehículo.
Lava el coche con frecuencia para conservar la pintura en buen estado durante más tiempo.
Siempre que sea posible utiliza aparcamiento cerrado y cubierto.
No dejes el coche inmovilizado mucho tiempo, su falta de uso es perjudicial.
Si se enciende un testigo de avería en el panel del salpicadero, toma medidas cuanto antes.
Utiliza renovadores de goma para cuidar las gomas y los plásticos del coche.
Cuando enciendas el coche, dale tiempo al motor para que se caliente un poco antes de arrancar.
Controlar los niveles de aceite, frenos y líquido refrigerante, ayudará a que el conjunto de la maquinaria funcione correctamente.