Si se ha encendido una lucecita en el salpicadero de tu coche y no tienes ni la menor idea de qué puede significar, te damos respuestas.

Te contamos qué significa cada una y qué debes hacer en el caso de que se enciendan.

Hoy en día los coches parecen naves espaciales. Los fabricantes cada vez sofistican más sus coches y los avances tecnológicos que se van incorporando en los vehículos han de estar señalizados.
De esta forma, es fácil que muchos conductores se encuentren a menudo con la duda de qué significa este símbolo o el otro.

¿Qué significan las luces del salpicadero de tu coche?

Esta útil guía de símbolos más habituales y sus significados, te ayudarán a entender tu coche y su funcionamiento con mayor facilidad.

	Circuito de refrigeración: Indica el momento en el que la temperatura del líquido de refrigeración es muy alto o su nivel está bajando en exceso. Riesgos: Si este líquido llega a subir su temperatura hasta el exceso puede suponer que el motor se caliente demasiado, incluso que llegue a quemarse la junta de la culata. ¿Qué hacer? Lo mejor es apagar el motor y llenar el depósito de refrigerante de la moto.
	Sistema de frenos: Se enciende cuando no hay bastante líquido de frenos o las pastillas están muy desgastadas. Riesgos: No hace falta explicar cuál es el riesgo si conduces sin frenos o con ellos mal. ¿Qué hacer? En este caso, acudir lo antes posible al taller.
	Testigo de la batería: Ni por debajo de los 13 voltios, ni por encima de los 14,4, esa es la tensión exacta para la batería. De no ser así, la luz de encenderá indicando que la batería no consigue recargarse o está superando los límites de tensión. Riesgos: Sin batería un coche no puede ni siquiera arrancar. ¿Qué hacer? De nuevo, acudir a un taller para que te indiquen la causa de que se ha descargado o por el contrario esté sobrecargada.
	Presión del aceite motor: Este testigo se enciende cuando la presión o la cantidad de lubricante está por debajo de lo debido. Riesgos: Si sigues circulando puedes llegar a gripar el motor. ¿Qué hacer? Parar el coche de inmediato y rellenar el depósito de aceite.
	Sistema antibloqueo de frenos (ABS): El sistema ABS, del alemán Antiblockiersystem, es el que se encarga de variar la fuerza de frenado para evitar que los neumáticos pierdan adherencia al suelo. Riesgos: De nuevo, no hace falta explicar qué riesgo corres si tus neumáticos no son frenados correctamente o no adhieren bien al suelo. ¿Qué hacer? Acudir al taller más cercano para que localicen el motivo del fallo.
	Cinturón de seguridad: Combinado con el detector de ocupación del asiento, este testigo te indica que los cinturones delanteros, y sin necesidad del detector de ocupación, los traseros, no están abrochados. Riesgos: Ante caso de accidente llevar o no llevar el cinturón abrochado puede marcar la diferencia. ¿Qué hacer? Verificar que todos los cinturones están abrochados antes de empezar la marcha.
	Control de estabilidad o ESP (Elektronisches Stabilitätsprogramm, en alemán “Programa Electrónico de Estabilidad): Este sistema actúa para la seguridad activa del vehículo y lo hace frenando de forma individual cada rueda en situaciones de riesgo. Riesgos: El hecho de que una rueda sea capaz de frenar y otra no, puede provocar derrapes o incluso que el vehículo vuelque. ¿Qué hacer? En este caso, lo mejor es que adaptes la conducción al entorno. Conduce más despacio y con muchísima más precaución.
	Precalentamiento: Símbolo que encontrarás en los vehículos con motor diésel y que indica que se está precalentando. En cuanto se apague el testigo, se puede girar la llave. Riesgos: Si te precipitas y giras la llave antes de que este símbolo se apague, puedes estropear el sistema de calentamiento. ¿Qué hacer? Simplemente tener paciencia.
	Pastillas de freno: Las pastillas de freno tienen un punto de contacto que cuando llegan a un determinado punto de desgaste hacen que se cierre el circuito eléctrico y, como aviso de ello, se encienda la lucecita en nuestro salpicadero. Riesgo: Todos conocemos los riesgos de que no funcionen los frenos de nuestro coche. ¿Qué hacer? Cambiar las pastillas cuanto antes.
	Filtro de partículas: El filtro de partículas es un dispositivo que va ubicado en el tubo de escape y que se encarga de retener todas las partículas sólidas que generan los motores diesel. Si este filtro se llega a taponar, el testigo luminoso del salpicadero se encendería. Riesgos: Notar vibración al conducir, aumento del consumo en la ciudad…tener que cambiarlo. ¿Qué hacer? Acudir cuando antes al taller para que desatasquen y limpien el filtro.
	Fallo en el motor: Los orígenes en el fallo del motor pueden ser distintos; un escape, un fallo en el sistema eléctrico… Riesgos: Conducir con un fallo en el motor supone limitar en una medida muy importante las prestaciones de nuestro coche. ¿Qué hacer? Acudir al taller lo antes posible.
	Sistema “Start-Stop”: Encaminado a mejorar la eficiente energética y a reducir las emisiones de CO2, este sistema indica cuándo el coche apaga el motor automáticamente en un semáforo y cuándo lo vuelve a encender al reiniciar la marcha. Riesgos: Ninguno. ¿Qué hacer? Nada.
	Control automático de crucero: Esta luz indica que se ha fijado una velocidad y se mantendrá constante durante todo el viaje. Riesgos: En algunos casos las normas de tráfico no permiten su uso. ¿Qué hacer? Utilizarlo siempre y cuando esté permitido.
	Antiniebla delanteros: Esta luz solo podría estar encendida si hay niebla, lluvia intensa, nevada o nubes densas de polvo o humo. Riesgo: Si esta luz no se enciende en estas circunstancias, estarías reduciendo la visibilidad e infringiendo la normativa de tráfico. ¿Qué hacer? Encender las luces antiniebla.