Cómo limpiar la carrocería de un coche: polen, pájaros y resina

La primavera y el mantenimiento del coche

Durante la primavera tiene lugar el proceso de polinización; esto hace que la cantidad de polen en el aire aumente de forma considerable. Los cambios de temperatura y las lluvias características de estos meses también afectan a la carrocería del coche, donde es habitual que se acumulen tanto el polen como los residuos de polvo y resina. A todo esto, hay que sumarle los excrementos de pájaros e insectos, que quedan adheridos tanto en la zona del parabrisas como en la parte frontal del coche.

Todos estos factores hacen que la suciedad se acumule rápidamente en el vehículo. Muchos de estos componentes orgánicos, además, deterioran la carrocería del coche si no se limpia frecuentemente, afectando al brillo y al color originales. Lo más aconsejable es limpiar la carrocería semanalmente; aunque lo más cómodo es acudir a un centro de lavado, también puedes encargarte tú mismo del mantenimiento siguiendo toda una serie de consejos para evitar dañar la pintura.

Cómo limpiar la carrocería del coche

Polen

Por suerte, el polen es uno de los elementos más fáciles de quitar. Para limpiar la carrocería del coche debes rociar la superficie con agua mediante una manguera. A continuación, podrás la enjabonar el coche, siempre empleando un jabón neutro y una esponja suave. Así, evitarás las rayadas y devolverás el brillo a la pintura del automóvil. No te olvides de secar la carrocería con un paño suave de microfibra, ya que si lo dejas secar al aire el polen se adherirá con más facilidad y quedarán restos de cal.

Resina

La resina, debido a su textura pegajosa, es más difícil de quitar que el polen. No obstante, es importante eliminarla de la carrocería del coche, puesto que tanto este elemento como los restos de excrementos y de insectos tienen efectos corrosivos. En el caso de la resina, el primer paso para retirarla es emplear agua caliente a presión. Un truco para reblandecerla es aplicando aceite de oliva, dejarlo actuar y después limpiarlo con un paño de microfibra. También existen productos específicos para limpiar estos residuos, pero es muy importante consultar previamente su modo de uso para evitar los arañazos en la carrocería.

Restos de insectos y excrementos

Los restos de insectos que se estrellan contra el parabrisas al conducir y los excrementos que caen también pueden alterar el estado de la pintura debido a su efecto corrosivo. Si has estado conduciendo, espera a que el capó esté frío y ablanda los restos con agua. Así, retirarás la primera capa de suciedad. Puedes emplear productos especiales para limpiar la carrocería, pero si no dispones de ninguno, un truco muy práctico es aplicar una toalla húmeda sobre la zona sucia. De esta manera, te resultará mucho más fácil eliminar los restos adheridos.

No te olvides del interior del coche

La alergia al polen afecta a gran parte de la población. Para prevenir las molestias derivadas, es muy importante que no descuides la limpieza del interior del coche, donde se acumulan fácilmente restos de polen. Retira frecuentemente las alfombrillas del suelo, sacúdelas y aspira dentro del coche para prevenir reacciones alérgicas.

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