Utilizar ventiladores. Una de las mejores ideas para no pasar en calor en casa pasa por el empleo de ventiladores tradicionales que reciclen y enfríen el aire. Debes saber que dependiendo del tipo de ventilador con el que cuentes deberás situarlo de una u otra forma para conseguir sentirte fresco.
Los ventiladores de techo siempre debes fijarlos de manera que giren hacia la izquierda para que el aire caliente sea desplazado
hacia el techo.
En el caso de los ventiladores de pie hay que ponerlos de forma que expulsen el aire hacia fuera durante el día y al revés por
la noche.
Usar toldos, persianas y cortinas durante las horas de más calor te ayudará a refrescar tu casa. Mantener la semipenumbra a las
horas de mayor irradiación ayudará a conseguir un ambiente más fresco.
Crear corrientes de aire abriendo ventanas. Ten en cuenta que si la ventana es de salida de aire (aquellas
que den a la calle) deberás abrirla por completo, mientras que las de entrada de aire (situadas en patios interiores) tan solo
tendrás que abrirlas un poco para obtener una corriente de aire fresco.
Colocar láminas solares en las ventanas. Con este gesto podrás reducir hasta un 80% el calor y permite mantener una temperatura
más estable a la vez que ahorras energía.
Las plantas, además de decorar, también refrescan por lo que situadas en el patio y, sobre todo, en las paredes absorberán
mayor cantidad de calor y evitarán que traspase de forma más directa.
Mantente hidratado y mójate. Es importante beber mucha agua y comer comidas refrescantes
como la sandía o el pepino. Además, mojarte las muñecas o la nuca rebajará tu temperatura corporal proporcionándote así una sensación de frescor
durante al menos una hora.