¿Qué es la válvula EGR y por qué suele dar problemas?

La válvula EGR se ha convertido en uno de los componentes más odiados por conductores y mecánicos por igual. Aunque nació con el noble propósito de reducir las emisiones contaminantes, su tendencia a obstruirse y fallar la ha situado en el punto de mira de muchos usuarios.

Si te preguntas lo que es la válvula EGR, debes saber que se trata de una pieza del motor cuya función es la de reciclar los gases del coche para reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx). 

El proceso consiste en redirigir parte de los gases de escape de nuevo a la admisión para que puedan ser utilizados otra vez en la combustión. A pesar de su nombre, no debe confundirse con la válvula de admisión.

Pese a que puede parecer algo muy novedoso, lo cierto es que su uso en la Unión Europea lleva siendo obligatorio desde 1996.
 

Tipos de válvula EGR: ¿son todas iguales? 
 

Aunque cumplen la misma función básica, no todas las válvulas EGR trabajan igual. Existen principalmente dos tipos:

• EGR mecánica o neumática. Cuenta con un diafragma sensible a los cambios de presión. Usa el vacío del vehículo para abrirse y cerrarse. Es la más tradicional, por lo que es la habitual en los vehículos antiguos.
• EGR eléctrica. Un solenoide controla su apertura con precisión milimétrica según datos de la ECU. Es más eficiente y la más común actualmente. 
   

Atendiendo a dónde se sitúan dentro del motor, podemos clasificar las válvulas EGR en dos grupos:

• Válvula EGR de alta presión. Toma los gases directamente del colector de escape por lo que genera mayor acumulación de carbonilla al reintroducir partículas sin filtrar.
• Válvula EGR de baja presión. Se ubica después del filtro de partículas e incorpora un sistema de refrigeración que permite obtener gases más fríos y limpios.

 

¿Por qué se estropea la válvula EGR? Causas más comunes
 

Esta pieza es particularmente propensa a averías debido a su exposición constante a gases de escape y altas temperaturas. Toma nota de cuáles son los problemas más comunes que te puedes encontrar.

Acumulación de carbonilla y residuos

El principal enemigo de la EGR es la carbonilla que se genera durante la combustión. Con el tiempo, estos depósitos obstruyen los conductos y dificultan el movimiento de la válvula, impidiendo que se abra y cierre correctamente. La situación empeora cuando el vehículo lleva un mantenimiento deficiente y usa combustible de baja calidad.

Uso frecuente en trayectos cortos o en ciudad

Los recorridos urbanos son otro problema para la válvula EGR. En estos trayectos, donde el motor trabaja con revoluciones bajas, es cuando se activa este sistema. Así que, sí, desplazarte con mucha frecuencia por la ciudad es un factor que contribuye a su desgaste.

Fallos eléctricos o mecánicos en la válvula

En modelos electrónicos, los sensores y actuadores pueden dañarse por vibraciones, humedad y sobrecalentamiento. Mientras que, en válvulas neumáticas, los diafragmas y resortes pierden eficacia con el kilometraje. En ambos casos, un mantenimiento preventivo y conducción en carretera periódica son buenos consejos para alargar la vida de tu coche.

Síntomas de una válvula EGR averiada o sucia
 

¿Sospechas que la válvula EGR está fallando? Cuando este componente clave del motor empieza a dar problemas, envía señales inequívocas que ningún conductor debería ignorar. Toma nota.

Pérdida de potencia y tirones al acelerar

Notarás que el motor no arranca bien o responde con lentitud, especialmente al intentar adelantar o subir pendientes. Esto ocurre porque la válvula atascada no regula bien el flujo de gases, afectando la combustión. En casos graves, pueden aparecer tirones bruscos al pisar el acelerador.

Testigo de motor encendido

Cuando hay un mal funcionamiento del sistema EGR te darás cuenta porque se encenderá el testigo de avería del motor en el salpicadero. Los nuevos modelos de vehículos ya incorporan un testigo específico para la gestión de gases de escape, así que, la señal será más evidente. Siempre es conveniente entender la ficha técnica del vehículo.

Aumento de consumo o emisiones

Una válvula EGR defectuosa puede quedarse siempre abierta, lo que altera la mezcla aire-combustible, haciendo que el motor queme más carburante de lo normal. También notarás mayor humo en el escape. Ten en cuenta que estos síntomas suelen agravarse progresivamente. 

¿Se puede limpiar la válvula EGR o hay que cambiarla?
 

La solución concreta para subsanar cualquier problema relacionado con esta válvula dependerá de cuál sea el estado en el que se encuentre la pieza y, por supuesto, del tipo de avería que presente.

Cuándo basta con una limpieza

Si el problema es solo acumulación de carbonilla, una limpieza profesional puede ser suficiente. El proceso implica desmontaje, limpieza con ultrasonidos y productos específicos y verificación de movilidad. Para este mantenimiento, te recomendamos acudir con tu mecánico de confianza, pues se tata de una pieza muy delicada.

Cuándo conviene sustituirla directamente

Buscar un reemplazo será necesario cuando existen daños físicos en la pieza o haya fallos eléctricos. En este sentido, cabe aclarar que las válvulas electrónicas rara vez sobreviven a limpiezas agresivas. La inversión en una nueva suele ser más rentable que repetir mantenimientos. El precio de la válvula EGR dependerá de si adquieres una nueva o usada. No obstante, su sustitución puede superar los mil euros en algunos casos.

¿Es posible anular la válvula EGR? ¿Es legal hacerlo?
 

Sí, técnicamente se puede anular mediante reprogramación de la ECU o kits físicos, pero no es recomendable. Si bien es cierto que la anulación del EGR mejora el rendimiento del motor y evita averías, también conlleva mayor contaminación y el riesgo de no pasar la ITV. ¿La solución? Por supuesto, mantenerla siempre operativa y llevar a cabo un buen mantenimiento para que no se obstruya. 

Aunque despierte nuestro odio más radical, está claro que la válvula EGR cumple con una función esencial, la de cuidar del medioambiente. Para que tu relación con ella sea lo más idílica posible, no olvides limpiarla periódicamente, conducir fuera de la ciudad y estar atento a cualquier síntoma que indique que no está funcionando bien.