Qué son y cómo se aseguran los coches conectados

La movilidad es uno de los sectores en los que más cambios se están produciendo y en los que se prevé una mayor evolución en lo que resta de década. Una evolución en la que adquieren fuerza conceptos como el de los coches conectados. Si hasta hace unos años, la posibilidad de conducir coches inteligentes era una utopía, hoy en día está más cerca que nunca. Pero, ¿te has preguntado cómo cambiarían nuestros hábitos con este tipo de coches? Y, sobre todo, ¿te has planteado qué tipo de seguro tendrían que tener? Respondemos a estas cuestiones a lo largo de este artículo. 

Los coches conectados son aquellos vehículos que disponen de acceso a internet y que son capaces de emitir y recibir datos a tiempo real. Para ello, están equipados con una tecnología que les permite estar en comunicación permanente con otras redes de conectividad, pudiéndose "comunicar" con su entorno. Cabe resaltar que los coches conectados no tienen por qué ser coches autónomos. La diferencia radica en que los coches autónomos son capaces de controlar su propio movimiento, mientras que los coches conectados hacen alusión a la conectividad a internet.

¿Cómo funcionan los coches conectados?

El acceso a los datos se lleva a cabo gracias a un conjunto de dispositivos y sensores que permiten recabar la información a tiempo real y comunicarla a otros dispositivos, como un smartphone, mediante redes wifi o bluetooth. No obstante, el nivel de conectividad varía según lo sofisticado que sea cada vehículo. 

En algunos casos, la información se conecta únicamente con el smartphone del propietario, de forma que puede controlar, a través del teléfono, el estado general del vehículo.

En otros casos, la comunicación es bidireccional y puede realizarse con otros dispositivos externos. Por ejemplo, una conexión entre dos vehículos diferentes o con infraestructuras. De esta forma, los coches conectados pueden, incluso, recibir información a tiempo real sobre el estado del tráfico según su ubicación, entre otras cosas. 

Seguridad y ciberseguridad

La expansión de los vehículos conectados ha supuesto una importante mejora en materia de seguridad vial. La tecnología de conectividad que tienen estos coches refuerza la seguridad de los pasajeros, en la medida en que son capaces de anticipar situaciones de riesgo y reducir el mismo. Asimismo, en caso de accidente, la conectividad de los coches conectados agiliza mucho la labor de localización y atención. En definitiva, promueven una conducción más segura. 

No obstante, la transmisión de datos también plantea riesgos en lo que respecta a ciberseguridad y protección de datos, al igual que en cualquier otro ámbito. Por este motivo, todos los fabricantes incorporan los sistemas de protección de datos más potentes del mercado, si bien es cierto que el riesgo de exposición de los datos es mayor. Esta es una de las razones por las que asegurar los coches conectados es una práctica cada vez más habitual.

La mejor forma de asegurar los coches conectados

Las coberturas de las pólizas de seguros para los coches conectados son las mismas que para cualquier otro tipo de coche. En este sentido, suelen ser los propios fabricantes los que "blindan" la seguridad de sus vehículos para reducir el riesgo de incidentes y, por tanto, la asunción de responsabilidad en caso de siniestros provocados por un fallo en el sistema de conectividad. 

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