
- Línea Directa
- Blog
- Coche
- Turbocompresor: usos, fallos y mantenimiento
Turbocompresor: cómo funciona y qué averías son más frecuentes

Si nos solicitas que te llamemos tus datos serán tratados por LINEA DIRECTA ASEGURADORA, para ponernos en contacto contigo con la finalidad de gestionar tu petición de seguros. Puedes consultar más información aquí donde se informa, entre otros aspectos, de cómo ejercitar los derechos de acceso, rectificación, supresión, limitación, oposición o portabilidad de datos.
Qué es un turbocompresor y para qué sirve
Aunar potencia y eficiencia en los motores modernos es algo que solo es posible gracias a un turbocompresor. En el sector de la automoción es cada vez más habitual verlo. Sin embargo, sigue habiendo mucho desconocimiento al respecto. ¿Tú tampoco sabes muy bien en qué consiste?
Estás ante uno de los componentes más importantes en los motores actuales. Su función es la de forzar la entrada de más aire a los cilindros para generar más energía. Así, un motor pequeño es capaz de ofrecer prestaciones similares a uno más grande. Y no solo eso, además:
- Hace que el coche sea más ligero y aerodinámico.
- El motor consume menos combustible.
- Se reduce la emisión de gases contaminantes.
Principio de funcionamiento
Su funcionamiento resulta algo complejo, pero intentaremos explicártelo de la forma más sencilla posible. Todo se basa en los gases de escape. En vez de desperdiciarlos, los turbocompresores emplean su energía para hacer girar una turbina conectada a un eje común con un compresor. Al rotar, el compresor aspira aire fresco, lo comprime y lo envía al motor con más presión.
Para evitar que el aire pierda densidad al calentarse, muchos turbos incluyen un intercooler. Así, el sistema consigue enfriar el aire antes de entrar a la cámara de combustión y mejorar aún más su eficiencia.
Diferencia entre turbo y compresor convencional
Los dos sistemas tienen sus ventajas. No obstante, el turbocompresor es la opción favorita por hermanar potencia y eficiencia. La diferencia más importante radica en su fuente de energía:
- Turbocompresor. Se alimenta de los gases de escape; energía «gratis» que ya existe en el motor. Tiene cierto retardo porque necesita que los gases alcancen suficiente presión para girar.
- Compresor mecánico. Va acoplado directamente al cigüeñal mediante una polea, por lo que no sufre retardo, pero roba potencia al motor para funcionar.
Cómo mejora el rendimiento del motor
Lo realmente increíble del turbocompresor de un coche es que proporciona un mejor rendimiento sin la necesidad de aumentar el tamaño del motor. Pero ¿cómo logra hacer esto exactamente?
Mayor potencia sin tener que aumentar cilindrada
Al comprimir el aire que entra al motor, el turbocompresor consigue que se queme más combustible en cada ciclo. El resultado es una mayor potencia y par motor.
Asimismo, la entrega de potencia resulta más progresiva y elástica. ¿Qué significa? Que la respuesta en aceleraciones es mucho mejor.
Ya ves, todas estas ventajas son posibles gracias a algo tan simple como puede ser la densidad del aire. ¿No resulta mágico?
Mejor eficiencia en motores pequeños
¿Sabías que el turbocompresor de un motor aprovecha mejor cada gota de combustible? Esto se debe a que reduce las pérdidas por fricción interna. Aparte de disminuir las emisiones contaminantes, también te permite cumplir con las estrictas normativas medioambientales.

Averías más frecuentes en el turbocompresor
Es un componente bastante robusto, pero no invencible. De hecho, su exposición a altas temperaturas y revoluciones lo hace vulnerable a ciertos fallos. Lo mejor que puedes hacer, es aprender a reconocer estas averías a tiempo. No solo evitarás daños mayores en el motor, también los gastos asociados a dichas reparaciones.
Pérdida de potencia y tirones
Cuando el turbo no genera suficiente presión de sobrealimentación, notarás en seguida que el motor pierde fuerza. Las razones pueden ser estas:
- Fugas en las mangueras o intercooler. El aire comprimido escapa antes de llegar al motor.
- Obstrucción en la admisión o escape. Carbonillas en la turbina o válvula EGR atascada.
- Fallo en la válvula wastegate. No regula correctamente la presión, limitando el rendimiento.
Presencia de humo azul o negro
¿Has notado humo inusual? El color te puede dar bastantes pistas sobre dónde está el problema.
El humo azul en el escape indica que el aceite está quemándose en la cámara de combustión, normalmente por:
- Desgaste de los sellos del turbo. El aceite se filtra hacia la admisión o escape.
- Obstrucción del retorno de aceite. Aumenta la presión en el cárter, forzando el paso del lubricante.
El humo negro, en cambio, señala una mezcla demasiado rica, algo frecuente cuando falla el sistema de inyección por falta de aire comprimido.
Silbidos, fugas de aceite y sobrecalentamiento
Aparte del humo, presta atención a estas otras señales:
- Silbidos agudos. Sugieren fugas de presión en las juntas de la admisión o grietas en el cuerpo del turbo.
- Aceite en las conexiones. Indica sellos deteriorados o tuberías de lubricación dañadas.
- Temperaturas excesivas. Causadas por obstrucciones en el sistema de refrigeración o aceite degradado, que pueden deformar componentes críticos como el eje de la turbina.
Causas comunes de fallo
Detrás de cada turbocompresor y su precio se encuentra un componente que trabaja en condiciones extremas. Es por esto que, ciertos malos hábitos pueden acelerar su desgaste y provocar averías prematuras.
Falta de lubricación o aceite inadecuado
El sistema de lubricación es vital para el turbo. Sirve para reducir la fricción en el eje y disipar el calor. Toma buena nota de cuáles son los problemas que enfrentan los usuarios:
- Uso de aceite no especificado. Los turbos requieren lubricantes sintéticos de alta calidad con certificaciones API/ACEA para motores sobrealimentados.
- Intervalos de cambio extendidos. El aceite se degrada y pierde propiedades, formando carbonillas que obstruyen conductos.
- Nivel bajo de aceite. Provoca roce metal contra metal en los cojinetes, dañando el eje y las turbinas.
Paradas bruscas tras uso intensivo
Apagar el motor inmediatamente después de conducir a alto régimen es un error común. El turbo sigue girando a miles de rpm sin lubricación, lo que causa:
- Aceite quemado en el turbo. Forma depósitos carbonizados que obstruyen los conductos.
- Deformación por calor. Los componentes metálicos pueden dañarse al enfriarse abruptamente.
Así que, la solución es dejar el motor al ralentí 1 o 2 minutos antes de apagarlo para permitir una refrigeración gradual. Estos cuidados básicos pueden alargar la vida útil del turbo considerablemente. No obstante, puede ocurrir que haya llegado el momento de cambiar de vehículo. ¿Cuándo deberías cambiar de coche? Señales que indican el final de su vida útil.
Como has podido comprobar a lo largo de estas líneas, un turbocompresor proporciona interesantísimas ventajas para la conducción. Eso sí, necesita acompañarse de un mantenimiento riguroso para poder disfrutar de todas sus bondades.
Otros artículos sobre Seguros de Coche
En nuestro blog podrás encontrar más información acerca de los Seguros de Coche gracias a nuestros artículos
Qué es una transmisión CVT
Qué es el downsizing en motores
Qué es el coasting y en qué consiste