El ABC de la prevención de incendios en el hogar

Tener un hogar en el que vivir nos transmite tranquilidad, por ser uno de los derechos más básicos en nuestra sociedad. Pero como sucede con cualquier otra propiedad que tengamos, no está exenta de riesgos. En el caso de las viviendas, el fuego es uno de los mayores miedos, puesto que tiene la capacidad de arrasar con todo a su paso y en muy poco tiempo. En este artículo, queremos hablarte de la importancia de la prevención de incendios para el hogar. Para ello, te explicaremos cuáles son los distintos tipos más habituales y cómo se gestionan, pero, sobre todo, qué puedes hacer para prevenirlos. 

En nuestro país, no es obligatorio contar con un Seguro de Hogar. Sin embargo, sí que es recomendable para evitar los daños que pueden llegar a producirse ante cualquier siniestro, sobre todo cuando se trata de algunos muy graves como los incendios. 

El fuego puede causar daños irreparables en nuestras viviendas y pertenencias, con el consecuente coste económico y emocional. En determinadas situaciones, y si hay personas en el interior de la casa, los daños también pueden ser personales, por lesiones graves al estar en contacto con el fuego o con el humo. 

En nuestro país, se ha comenzado a elaborar un recuento de las víctimas de incendios y explosiones. En 2022 estos dos últimos ascendieron a más de 133 mil, de los que algo más de 18.400 fueron en las viviendas. Del total de 235 personas que perdieron la vida, 176 fue en su hogar, y su perfil, en poco más de la mitad de los casos, son personas con más de 64 años, sobre todo, hombres. 

Estos números ponen de manifiesto la importancia de tener en cuenta los riesgos asociados al hogar por lo que, además de contar con una cobertura de daños por fuego, también es vital apostar por la prevención de incendios. A continuación, veremos cuáles son los tipos o clases de fuego y las características de cada uno, y algunos consejos de seguridad en el hogar. 

Cuáles son los 4 tipos de incendios y sus características

Los incendios pueden clasificarse en cuatro categorías principales, según su origen y las sustancias que alimentan el fuego. Si conocemos cada una de ellas, podremos identificarlas en el caso de que se produzcan, así como abordarlas de forma adecuada para que el peligro no se incremente. 

• Incendios de Clase A

  Los incendios de Clase A son aquellos que se producen en materiales sólidos combustibles, como madera, papel, cartón o tela. Este tipo de incendios son de los más comunes en los hogares, ya que se pueden producir por varias causas. Aquí se incluyen los descuidos con las velas, cerillas o cigarros que, por caerse o efecto del viento, prenden algún objeto cercano. En cuanto a sus características como Clase A, son la generación de brasas y llamas visibles, y el humo denso y muy tóxico. Se apagan con agua pulverizada, polvo ABC o espuma. 

• Incendios de Clase B

  Los incendios de Clase B tienen lugar en líquidos inflamables o materiales volátiles, como gasolina, aceites, pinturas o disolventes. Este tipo de incendios se propagan con mucha rapidez y generan llamas intensas y explosiones si entran en contacto con una fuente de ignición. Es importante recordar que nunca se debe intentar apagar un incendio de Clase B con agua, ya que esto puede empeorar la situación. Lo ideal es el polvo ABC convencional. 

• Incendios de Clase C

  Los incendios de Clase C involucran equipos eléctricos bajo tensión, como electrodomésticos, cables o cuadros eléctricos. La presencia de corriente eléctrica puede complicar la extinción del incendio y aumentar el riesgo de descargas eléctricas para quienes intentan intervenir. En estos casos, lo primero que se debe hacer es cortar la fuente de alimentación eléctrica. Hecho esto, se podrá intentar apagar el fuego utilizando extintores adecuados de polvo ABC. 

• Incendios de Clase D

  Los incendios de Clase D ocurren en metales combustibles, como magnesio, titanio o sodio. Aunque son menos frecuentes en entornos domésticos, pueden presentar un riesgo grave debido a la alta temperatura y la posibilidad de reacciones químicas violentas. Para estos incendios se requieren extintores especializados y personal formado. 

Consejos para la prevención de incendios en el hogar

La prevención de incendios en una vivienda equivale a tomar una serie de medidas, como las que te dejamos a continuación:

• Instala detectores de humo en cada planta. El lugar idóneo es cerca de las habitaciones, para alertar a quienes están en la vivienda. Asegúrate de probarlos regularmente y reemplazar las pilas si fuera necesario. 
• Mantén limpias las zonas de cocina. La cocina es una de las principales fuentes de incendios en el hogar. Evita dejar ollas y sartenes desatendidas, limpia regularmente el extractor de humos y mantén los trapos y utensilios lejos de las llamas.
• Cuidado con los aparatos eléctricos. No sobrecargues los enchufes y utiliza cables de extensión con seguridad. Desconecta los aparatos eléctricos cuando no estén en uso, revisa los cables con frecuencia y tíralos si están gastados o rotos. 
• Coloca un extintor. Aunque no supone una medida de prevención de incendios, sí es práctico contar con uno en casa. Déjalo en un lugar visible y cerca de la cocina o un pasillo.
• Vigila las velas y los cigarrillos. Evita dejar velas encendidas sin supervisión, aunque sea por poco tiempo, y asegúrate de que estén colocadas en superficies estables y lejos de materiales inflamables. Si fumas en casa, apaga correctamente los cigarrillos y no lo hagas sobre superficies sensibles al fuego, como la cama o el sofá. 
• Revisa regularmente el sistema eléctrico y de gas. Realiza revisiones regulares con tu compañía para asegurar que estén en buenas condiciones y que cumplen con las normativas de seguridad.

Si te preocupa la prevención de incendios, en Línea Directa podemos darte más recomendaciones para tu vivienda. Pero, además, te ofrecemos las mejores coberturas para tu Seguro de Hogar. ¡Contacta con nosotros e infórmate!