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Sonidos que alteran a los perros: cómo reconocerlos y reducir su impacto
La protección más completa para tu mascota.
Contrata tu seguro onlineCómo perciben el sonido los perros
Junto con el olfato, el oído es uno de los súper sentidos caninos. Esta sensibilidad auditiva tiene muchas ventajas, pero también los hacen vulnerables a ruidos que, quizá, ni siquiera te habías planteado. Para ayudarte a entender mejor a tu mascota, queremos compartir contigo cuáles son esos sonidos que alteran a los perros y qué puedes hacer para ayudarles a sobrellevarlos.
El oído de los perros es el resultado de su evolución como cazadores. Su capacidad para captar una mayor variedad de sonidos es lo que les permitió detectar peligros y percibir presas con gran precisión, algo clave para su supervivencia a lo largo de la historia.
Sin embargo, esta ventaja biológica ya no les es tan útil como antaño. De hecho, puede ser una condena ante ciertos estímulos del entorno. Un ruido que para nosotros es totalmente normal, para ellos puede ser confuso, estresante y hasta lo pueden percibir como una amenaza.
Sensibilidad auditiva y rangos de frecuencia
La clave de su sensibilidad auditiva se encuentra en sus orejas. Aparte de ser adorables, resultan de lo más funcionales. Cuentan con 18 músculos en cada una, una completa obra de ingeniería que les permite moverlas en cualquier dirección. Así, pueden orientarlas a su conveniencia para localizar de dónde proviene el sonido. Por si fuera poco, también disponen de un canal auditivo muy profundo lo que hace más eficiente llevar el sonido hasta el tímpano.
Las orejas móviles y el canal auditivo desarrollado consiguen que el perro oiga hasta cuatro veces mejor que una persona. Mientras los humanos solo conseguimos captar un rango de frecuencia de entre 20 y 20.000 Hz, estos animales pueden percibir sonidos de hasta 65.000 Hz, totalmente imperceptibles para nosotros.
Sonidos que alteran a los perros
Debido a su agudo sentido del oído, los ruidos fuertes, impredecibles y de frecuencia elevada pueden desencadenar en nuestros queridos compañeros caninos ansiedad, miedo y comportamientos inusuales. Algunos de los más habituales son los que te detallamos a continuación.
Electrodomésticos
¿Has enchufado la aspiradora y tu perro ha salido escopetado? Es totalmente comprensible. Electrodomésticos como la aspiradora, la batidora y el secador de pelo emiten vibraciones y ruidos constantes que resultan muy molestos para los perros. Algunos incluso desarrollan una fobia específica a determinados dispositivos.

Truenos
Las tormentas eléctricas combinan el estruendo de los truenos con cambios en la presión atmosférica y descargas eléctricas, factores que alteran a los perros debido a su extrema sensibilidad. Es por eso que muchos reaccionan con temblores, jadeo, búsqueda de refugio y hasta intentos de escapar. El miedo a las tormentas es bastante común y puede empeorar con el tiempo si no se gestiona.
Obras y petardos
El sonido intermitente, fuerte e impredecible típico de las obras y de los petardos suele ser uno de los más estresantes para los perros. Al no poder identificar la fuente ni anticipar el ruido, lo perciben como una amenaza. Esto puede derivar en episodios de pánico, ladridos excesivos, fugas y conductas destructivas.
Por fortuna, cada vez existe más concienciación con el tema de los petardos y muchas instituciones están empezando a sustituirlos por alternativas más amables con los animales.
Señales de ansiedad acústica
Cuando el perro está expuesto a ruidos que le resultan molestos, a menudo, experimenta una respuesta emocional negativa. Es lo que se conoce como ansiedad acústica. Esta viene acompañada con determinados comportamientos que es necesario identificar para poder ponerle solución.
Ladridos, temblores, escondites
Una de las principales señales de alerta de que tu perro lo está pasando mal es el ladrido excesivo. A veces, también viene acompañado de gemidos y aullidos. Es la forma que tiene el animal de expresar su malestar y, por otra parte, de intentar ahuyentar la fuente del ruido.
Otra de las reacciones más habituales es el temblor corporal. Deberás preocuparte si notas que mueve su cuerpo de forma incontrolada y no responde al frío u otra circunstancia. El temblor suele acompañarse de otras señales: orejas hacia atrás, cola entre las patas y mirada huidiza.
Algo que también suelen hacer los perros en estas circunstancias es buscar escondites. Normalmente, acudirán a sitios donde se sientan seguros y apartados del estímulo sonoro, ya sea debajo de la cama o dentro de un armario. En los casos más extremos, el animal puede sentirse tan acorralado que intentará huir del propio hogar.
Además, la ansiedad acústica puede manifestarse en tu perro de estas maneras:
- Jadeo excesivo.
- Respiración agitada.
- Pérdida de apetito.
- Salivación.
- Micción accidental.
- Inquietud continua.
Soluciones para reducir el estrés por ruidos
Si tu perro sufre ansiedad por el ruido, no te preocupes. Hay ciertas estrategias útiles para que el animal consiga gestionar mejor esos sonidos que lo alteran. Lo más adecuado a este respecto es combinar soluciones a corto plazo con intervenciones que mejoren su tolerancia a la larga.
No todos los métodos funcionan igual para todos los perros. Por ende, debes adaptar el enfoque a cada caso y, si es necesario, consultar con un veterinario o etólogo.
Productos, entrenamiento y técnicas de habituación
Aparte de minimizar la exposición a los ruidos molestos, puedes poner en práctica las siguientes medidas:
- Ten paciencia. Tu perro necesita cariño y comprensión, así que ofrécele tu apoyo durante las crisis.
- Crea un espacio seguro en casa donde esconderse ante situaciones estresantes. Busca un lugar resguardado y, a poder ser, insonorizado. Añade mantas y juguetes para que el perro esté a gusto.
- Considera recurrir a productos que reducen el nivel de estrés. Aquí entrarían difusores de feromonas, suplementos naturales, chalecos de compresión y medicación veterinaria.
- Utiliza el refuerzo positivo y técnicas de habituación. Consiste en exponer gradualmente al perro a grabaciones de los sonidos que teme, a volumen moderado, mientras se le recompensa con premios. Con el tiempo, el animal puede aprender a asociar esos ruidos a experiencias positivas.
Ya ves que, aunque existen sonidos que alteran a los perros, con tu ayuda todo puede ser más fácil para ellos.
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