Crossfit: entrenamiento extremo

Policías, bomberos, marines y demás profesionales que precisaban de una gran condición física fueron los primeros aficionados al crossfit, un método de entrenamiento extremo de alta intensidad, que nació en 1995 en California y que hoy cuenta con cientos de seguidores. ¿Su objetivo? Reunir las más completas rutinas de entrenamiento deportivas. El crossfit combina numerosos ejercicios difíciles de catalogar que van desde trepar por una cuerda hasta el levantamiento de pesas olímpico, powerlifting, calistenia, gimnasia y sprints.

Hoy en día hay miles de personas enganchadas a la práctica de este deporte, sobre todo porque los cambios físicos se observan en muy poco tiempo. Eso sí, el crossfit demanda una gran capacidad de esfuerzo al combinar potencia, resistencia, agilidad y flexibilidad. Nada más alejado de las clásicas y monótonas sesiones en el gimnasio delante de un espejo repitiendo series de forma constante.

¿Lo más interesante? Los entrenamientos tienen una duración corta, pero son muy intensos, lo que genera un desarrollo muy rápido de las capacidades físicas. Además, al practicarse en grupo de hasta 16 personas se convierte en una actividad social, que muchas veces genera espíritu de equipo y potencia la superación personal.

Respecto a los beneficios físicos, el crossfit aumenta de manera considerable la fuerza muscular. Además, al plantearse los ejercicios mediante un circuito, se favorece la pérdida de grasa y se potencian los beneficios cardiovasculares, sobre todo a nivel de resistencia.

Eso sí, mucho ojo porque el crossfit requiere un nivel técnico bastante avanzado, por lo que conviene ir despacio para no sufrir lesiones. Al principio lo más aconsejable es adquirir la técnica y controlar los movimientos. Más adelante, y con la ayuda de un profesional especializado, aumentar poco a poco la dificultad. En esta práctica deportiva tan intensiva es necesario conocer cuáles son sus riesgos y siempre tomar precauciones al respecto.