Ejercicios cardio en ayunas, ¿lo mejor para perder grasa?

Muchas personas realizan ejercicios cardio en ayunas para aumentar la quema de grasa, puesto que la creencia popular apuesta porque las reservas del cuerpo están en sus niveles más bajos en ese momento. Ahora bien, ¿cuál es la realidad?

Mitos del cardio en ayunas:

• No acrecienta la quema de grasa: El primer combustible del cuerpo es la glucosa y, cuando ésta escasea, el organismo genera cetosis metabólica (el cuerpo sustituye los glúcidos por las grasas como fuente primaria de energía). A pesar de que esta situación facilita la quema de grasas, también supone un estado de fatiga extrema que impide que puedas continuar con el ejercicio.

• Niveles de glucógeno: Hacer deporte nada más despertarte no implica que los niveles de glucógeno sean más bajos porque mientras duermes tu cuerpo apenas gasta reservas.
• Pérdida de masa muscular: Los niveles de cortisol por la mañana están altos y hacer deporte en ayunas los acrecienta aún más, que provoca una mayor destrucción de los músculos.
• Entrenamiento a intensidad moderada: El cardio a cierta intensidad es contraproducente para la pérdida de grasa. El Entrenamiento a Intervalos de Alta Intensidad (HIIT) propone justo lo contrario: sin necesidad de hacerlo en ayunas, la quema de grasa continúa después del ejercicio y estimula el crecimiento de la masa muscular, como en el caso del método Tabata.

Mitos del cardio en ayunas:

Hacer deporte en las primeras horas del día tiene beneficios: Permite que te actives para el resto de la jornada y mejores tu rendimiento. Además, la práctica de una actividad física intensa a esta hora genera un hábito que provoca que, inconscientemente, te acostumbres a aprovechar más la jornada.

Sin embargo, no está demostrado que el cardio en ayunas queme más grasa. De hecho, los efectos positivos de hacer deporte después de comer están respaldados por un estudio del National Center for Biotechnology Information, de EEUU donde se relaciona el consumo de hidratos de carbono por el organismo durante el entrenamiento, con una mayor quema de grasas en las horas posteriores del ejercicio.