Colon irritable ¿Cómo se detecta? Factores, síntomas y tratamiento

El síndrome del intestino irritable (SII), comúnmente conocido como colon irritable, es un trastorno gastrointestinal que afecta a millones de personas en todo el mundo. Aunque los síntomas pueden variar considerablemente de una persona a otra, suelen incluir dolor abdominal, hinchazón y cambios en los hábitos intestinales. 

Distinguir el colon irritable de otras afecciones del colon es crucial para un diagnóstico y tratamiento efectivos por lo que hablaremos de cuáles son sus causas, factores genéticos, dietéticos y psicológicos que pueden influir en su desarrollo y cuándo debemos acudir a un profesional en busca de diagnóstico.

El colon irritable es un trastorno funcional del sistema digestivo, con síntomas que incluyen dolor abdominal, hinchazón y cambios en el patrón de evacuaciones, ya sea con predominio de diarrea, estreñimiento o una alternancia entre ambos. 

A diferencia de otras enfermedades del colon que pueden mostrar alteraciones estructurales o bioquímicas observables, el SII no presenta cambios orgánicos detectables en el intestino, lo que dificulta su diagnóstico.

Diferencias entre el colon irritable y otras enfermedades del colon

El colon irritable se diferencia de otras condiciones como la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), que incluye la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, y el cáncer de colon, ya que presentan inflamación crónica, úlceras o tumores visibles mediante estudios como colonoscopias y biopsias. 

Por el contrario, el colon irritable no muestra estas alteraciones físicas, siendo un diagnóstico de exclusión tras descartar otras causas más serias.

Causas del colon irritable

Las causas exactas del SII son desconocidas, pero se considera que resulta de una interacción compleja entre la motilidad intestinal, la sensibilidad visceral, infecciones intestinales previas, un desequilibrio en la flora intestinal y factores psicológicos.

Factores genéticos y hereditarios

Estudios recientes indican que el síndrome del colon irritable puede tener un componente hereditario puesto que se han identificado ciertos genes que podrían estar asociados con la alteración de la función intestinal y la respuesta inmunitaria. 

Un estudio en el American Journal of Gastroenterology señaló diferentes variantes genéticas que afectan a la barrera intestinal y a la respuesta inmune, lo que podría predisponer a algunas personas a desarrollar SII. Este enfoque genético proporciona una base para futuras investigaciones y potenciales tratamientos personalizados que podrían mejorar la calidad de vida de los pacientes con esta enfermedad.

Influencia de la dieta y el estilo de vida

La dieta y el estilo de vida tienen un impacto significativo en los síntomas del colon irritable. Alimentos que aumentan la fermentación intestinal, como los ricos en fructosa, lactosa y sorbitol, pueden agravar los síntomas en muchas personas. 

A esto podemos unir que el sedentarismo o el estrés crónico también afectan a esta condición por lo que las modificaciones dietéticas y el manejo del estrés son fundamentales en el tratamiento.

Factores psicológicos y estrés

El vínculo entre los factores psicológicos y el síndrome del intestino irritable es muy significativo. El estrés, en particular, funciona como un potenciador de los síntomas debido a la liberación de ciertas hormonas que pueden desencadenar reacciones inflamatorias en el intestino. 

Además, condiciones psicológicas como la ansiedad y la depresión están comúnmente asociadas con el colon irritable. Estos estados pueden aumentar la percepción del dolor abdominal y modificar el tránsito intestinal, por lo que trabajar técnicas de relajación puede reducir significativamente la severidad de los síntomas del SII.

También se ha comprobado que el colon irritable aparece más en mujeres que en hombres. El estudio Irritable Bowel Syndrome and Female Patients refleja que las mujeres reportan mayores niveles de dolor y malestar abdominal relacionados con el colon irritable. Las fluctuaciones en los niveles hormonales, particularmente de estrógenos y progesterona, parecen impactar la función gastrointestinal y podrían explicar la mayor incidencia y severidad del SII en mujeres.

Síntomas del colon irritable

El síndrome del intestino irritable (SII) se manifiesta a través de una serie de síntomas que pueden afectar significativamente la calidad de vida del paciente:

• Dolor y calambres abdominales - Generalmente asociados a la distensión abdominal y se alivian parcialmente tras la defecación.
• Alteraciones en el hábito intestinal - Incluyen diarrea, estreñimiento o una combinación de ambos conocida como SII mixto.
• Hinchazón y aumento de gas - Frecuentemente reportados, contribuyen a la incomodidad abdominal.
• Urgencia o dificultad para defecar - Sensación de urgencia o dificultad para iniciar la defecación.
• Moco en las heces - Aunque no es dañino, es un síntoma común que puede causar preocupación.
• Fatiga y dificultades para dormir - No son infrecuentes debido al malestar crónico y al dolor.

Diferencia de síntomas entre el colon irritable y el cáncer de colon

Es vital diferenciar entre estos y los síntomas del cáncer de colon, ya que ambos pueden presentar signos similares como cambios en los hábitos intestinales y dolor abdominal. Sin embargo, el cáncer de colon frecuentemente incluye síntomas más graves como sangrado rectal, pérdida de peso sin causa aparente y una fatiga extrema. 

Estas señales requieren una evaluación médica inmediata para un diagnóstico adecuado.

Cuándo consultar a un médico

Es esencial consultar a un médico si los síntomas del SII son persistentes o se agravan, especialmente si se presentan signos de alarma como pérdida de peso inexplicable, sangre en las heces, o anemia. Ante cualquiera de estos síntomas es el momento de visitar al especialista del aparato digestivo.

Un diagnóstico temprano y preciso es crucial para el manejo efectivo del colon irritable y para descartar otras condiciones más graves.

Opciones de tratamiento y prevención

El tratamiento del síndrome del colon irritable se centra en aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida del paciente, en primer lugar, es necesario acudir a un médico especialista y asegurar nuestro diagnóstico. 

En caso de ser diagnosticado con SII se recomiendan las siguientes estrategias:

• Alimentación, dieta y nutrición:
  1. Dieta baja en FODMAPs: Reducir el consumo de ciertos carbohidratos difíciles de digerir.
  2. Incrementar la ingesta de fibra: Ayuda a manejar el estreñimiento, pero debe incrementarse gradualmente para evitar un aumento en la producción de gas.
  3. Hidratación adecuada: Beber suficientes líquidos facilita la digestión y mejora la consistencia de las heces.
• Terapias alternativas y manejo del estrés:
  1. Técnicas de relajación y mindfulness: Prácticas como la meditación, el yoga y la terapia cognitivo-conductual pueden reducir el estrés que a menudo agrava los síntomas del SII.
  2. Probióticos: Ciertos tipos de probióticos pueden ayudar a equilibrar la flora intestinal.

Estas estrategias deben ser personalizadas y discutidas con un profesional de la salud para asegurar un enfoque de tratamiento efectivo y seguro. Si cuentas con un Seguro de Salud te recomendamos pedir cita con un especialista en aparato digestivo a través de nuestro amplio cuadro médico.