Señales físicas para la prevención de enfermedades

Nuestro organismo presenta señales físicas de alerta, que si se atienden y analizan pueden suponer la detección de enfermedades o evitar un posible empeoramiento. ¿Cuáles son esos signos de alerta? Aunque varían bastante en función de la patología de la que se trate, entre los más comunes se encuentran:

1. Cambios en la forma de orinar:

   Si tienes más ganas de hacer pis de las habituales y el color de la orina es diferente o incluso si contiene sangre, ponte en alerta. Estos cambios, unidos a la retención de líquidos, las náuseas y vómitos, además de la presencia de sabor metálico en la boca, son patologías propias de las enfermedades renales.

2. Alteración de los sentidos:

   Si notas que tu cuerpo no reacciona igual a la vista y al tacto es que algo no va bien. La pérdida parcial o total de visión, la sensación de hormigueo en la cara y la falta de fuerza en algunas partes del cuerpo (brazo, pierna, cara…) pueden ser síntomas de un infarto cerebral.

3. Molestias en los senos:

   Si eres mujer y sufres dolor o hinchazón en el pecho, se te irrita y enrojece la piel del seno, o sufres molestias en el pezón porque se contrae o expulsa líquido, no lo dudes y acude al médico, pues se trata de señales físicas típicas del cáncer de mama.

4. Dolor de pecho:

   Sufrir durante un tiempo prolongado dolor y presión en el pecho y otras zonas como los brazos, el cuello, la mandíbula o la espalda, aumentan la probabilidad de sufrir un infarto. Las consecuencias de una parada cardíaca pueden ser fatales, así que no esperes a que las señales sean más intensas y acude a un cardiólogo lo más rápido posible.

Saber escuchar al cuerpo es muy importante para identificar que algo va mal. Ten en cuenta estas señales y, ante cualquier cambio, consulta a tu médico de Línea Directa para que analice qué es lo que está ocurriendo y te indique el tratamiento que estime oportuno.