Coches de hidrógeno: ¿qué puede significar su comercialización?

¿Cuáles son las características de los coches de hidrógeno?

El funcionamiento de los coches de hidrógeno se basa en que el vehículo es propulsado a partir de una pila de combustible que se recarga mediante unos tanques en los que el hidrógeno se mezcla con el oxígeno; esto genera la energía eléctrica que permite que el coche pueda circular. Lo único que expulsa por el tubo de escape es vapor de agua, por lo que podemos decir que se trata de un vehículo ‘’cero emisiones’’ que no solo no emite gases contaminantes, sino que, además, da un paso más en el terreno de la sostenibilidad y cuidado del medioambiente.

Otra de las grandes ventajas que ofrecen estos vehículos es que el hidrógeno es una materia prima ‘’ilimitada’’, ya que se puede extraer de múltiples sustancias, como el agua o el aceite; esto significa que, aunque siempre utilizáramos coches de hidrógeno, el combustible nunca se agotaría. También presentan una mayor autonomía respecto a los coches eléctricos y su repostaje no depende de enchufes, sino de un surtidor y una manguera que encontramos en hidrogeneras, no en gasolineras.

Teniendo todo esto en cuenta, parecen los vehículos perfectos y resulta curioso que sean tan poco conocidos y vendidos. Sin embargo, hay que considerar que, pese a los beneficios que ofrecen, los coches de hidrógeno aún cuentan con una serie de inconvenientes que requieren ciertas soluciones. Además, al haber tan pocos actualmente en el mercado, a la hora de asegurar el coche no existen productos específicos, como sí sucede con los seguros para coches eléctricos.

Inconvenientes de los coches de hidrógeno

En primer lugar, en nuestro país únicamente contamos con seis hidrogeneras y todas son de uso privado, lo que hace que la gente no quiera comprar un coche que dependa de seis puntos de repostaje en toda la península. El problema de la instalación de hidrogeneras es que es costosa y, habiendo un público tan minoritario al que dirigirse, ninguna empresa se quiere arriesgar a realizar tal inversión sin garantías de conseguir beneficios. La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) y la Asociación de Transporte Sostenible , que integra la cadena de valor del gas y el hidrógeno (GASNAM), han propuesto al Gobierno la instalación de una red de mínimo 150 hidrogeneras en España para 2025.

Otro de los factores que aún dificulta la comercialización de coches de hidrógeno es el elevado precio de extracción del hidrógeno, así como también lo son los costes del desarrollo y producción del vehículo, lo que hace que el precio final de los coches de hidrógeno no baje de los 65.000 €.

Por lo pronto deberemos esperar, aunque, según la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, para el año 2050 sólo se comercializarán coches eléctricos o de hidrógeno en toda la Unión Europea; en España, concretamente, sería a partir de 2040. En un futuro más cercano y de acuerdo con dicha ley, se estima que en 2030 habrá alrededor de 140.000 coches de hidrógeno circulando por Europa: Toyota, Hyundai, Honda, BMW, Jaguar, Land Rover… Son bastantes las marcas que apuestan por el hidrógeno y ya trabajan en modelos para poner solución a los problemas causados por la contaminación.

Los expertos también advierten de que, en el mundo de la automoción, el hidrógeno podría ser determinante en el transporte pesado por carretera, el sector de vehículos comerciales de vías urbanas y en los transportes públicos como taxis, autobuses y VTC. Si algo está claro es que, si en un futuro se llevara a cabo su comercialización a grandes niveles, ésta resultaría un punto de inflexión en la historia a favor de la sostenibilidad y del cambio, a una escala aún mayor que la aparición de la nueva movilidad urbana. Además, significaría toda una revolución en el mundo de la automoción y el inicio de nuevas e innovadoras formas de desplazarse.