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Cambiar el sentir miedo cuando piensas en conducir, es posible con esfuerzo y constancia.
Se puede entrenar la mente, y aprender a gestionar determinados pensamientos negativos que nos provocan sensaciones desagradables como temblores, mareo, sudoración; y que nos llevan a sentir pavor, ansiedad e inseguridad, ante el simple hecho de pensar en conducir.
La amaxofobia o miedo a conducir se puede superar solo o contando con la ayuda de profesionales. Te contamos algunas pautas para conseguirlo con éxito:
- Escribe en un papel los miedos irracionales y contraarguméntalos.
- Pon en práctica la técnica de relajación que mejor se adapte a ti para alejar esos temores.
- De forma progresiva, tomar contacto con el coche y la acción de conducir. Crea un espacio que sea agradable.
- Afrontar gradualmente la situación concreta que nos provoca ese temor, como circular por lugares que se consideran peligrosos (túneles, autovías, etc.).
- Mejorar las habilidades de conducción recibiendo clases de refresco. No coger el coche no es una opción.
Distraerse de los pensamientos negativos, no anticiparse a lo que no está sucediendo y practicar, practicar y practicar al volante, son algunos comportamientos que contribuirán al objetivo de perder el miedo a conducir.
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La búsqueda por una mayor eficiencia energética en el ámbito de la automoción ha hecho que los coches híbridos estén más en boga que nunca.
Para una conducción segura debes tener en cuenta el cansancio, alimentación, el alcohol o el malestar.
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