Okupación ilegal: el impacto psicológico en los propietarios

La okupación de viviendas es el tema del momento. Eso sí, solo lo verás en los medios para hablar sobre su impacto social, económico y político. Pero ¿y las alteraciones psicológicas de las víctimas de esta situación? ¿Cuál es el impacto emocional? Como lo que no se nombra no existe, en este artículo queremos aportar nuestro granito de arena dándole la visibilidad que se merece.

Si has sufrido en tu propia piel una experiencia traumática, serás consciente de la intensa mezcla de emociones que se produce. Pues con la okupación ilegal de una vivienda ocurre exactamente lo mismo.

Ansiedad, estrés y miedo a perder el control

Perder el control sobre algo tan básico como tu propia vivienda te cambia la vida por completo. Cuando alguien te arrebata algo que es tuyo es habitual experimentar nerviosismo, preocupación constante, terror y angustia. Sin duda, un cóctel de emociones muy negativas que es difícil de gestionar por tu cuenta.

¿Y sabes qué es lo peor de todo esto? Que la ansiedad y el estrés pueden durar años con todas las implicaciones que eso puede tener.

Sentimiento de inseguridad y vulnerabilidad

Alguien ha entrado en tu espacio, ha tocado tus cosas y mora en tu vivienda sin tu permiso. Suena a película de terror, pero es algo muy real. La okupación ilegal rompe por completo con esa percepción de seguridad a la que estás tan acostumbrado y deja paso a una inquietante sensación de invasión y desconfianza hacia el propio entorno.

Este es el caldo de cultivo idóneo para que florezcan la depresión y trastornos de ansiedad más serios. Lo más preocupante es que muchos afectados ni siquiera piden ayuda porque no se atreven a hablar del tema debido a la incomprensión social que hay al respecto.

Factores que agravan el impacto psicológico

El impacto psicológico de una okupación ilegal puede verse intensificado por determinados factores. Y es que, aparte del hecho en sí, tiene muchísima importancia cómo se gestiona la situación. El tiempo batallando en los tribunales, la incertidumbre y la falta de respaldo a menudo aumentan la sensación de indefensión en el propietario.

Duración del proceso legal

Si hablamos de elementos desestabilizadores, la lentitud del proceso judicial es de obligada mención. La incertidumbre sobre cuándo y cómo se resolverá el conflicto mantiene al propietario en un estado de alerta constante. Por supuesto, los meses o años de espera sin soluciones claras alimentan el estrés crónico y el desgaste emocional.

Falta de respuesta inmediata

La percepción de abandono y falta de ayuda genera frustración, soledad y una pérdida total de confianza en el sistema. Por ende, el malestar puede agravarse si el propietario considera que las autoridades e instituciones no están actuando con la rapidez necesaria.

Estigmatización social del propietario

Los propietarios también se exponen con frecuencia a juicios sociales injustos. Comentarios del tipo «seguro que tenía la casa vacía » o «eso pasa por tener varias propiedades» pueden minar aún más el ánimo de quien ya se siente vulnerable. No solo genera culpa y vergüenza, esta estigmatización aísla emocionalmente a la víctima de la okupación.

Manifestaciones psicológicas comunes

Entre las consecuencias reales de la okupación ilegal de viviendas, están los problemas psicológicos y sus respectivas manifestaciones en la salud. Estos síntomas pueden aparecer de manera inmediata luego de conocer la situación, pero, también, desarrollarse a largo plazo. 

Insomnio, irritabilidad, depresión

¿Recuerdas lo que te contábamos sobre la ansiedad y el estrés? Pues uno de los efectos más habituales es el insomnio, y no es de extrañar, pues la angustia, el miedo y la impotencia te roban el descanso. 

¿Sabes el impacto que tiene el insomnio en tu salud?

• Cansancio.
• Falta de concentración.
• Irritabilidad generalizada y cambios de humor.
• Merma del sistema inmunológico.
• Cuadros de ansiedad y depresión.

Impacto en la convivencia familiar

A nivel familiar, la tensión derivada de la okupación de viviendas también pasa factura. En estos casos es habitual experimentar:

• Discusiones.
• Distanciamiento entre los miembros del hogar. 
• Sensación compartida de frustración.
   

En familias con hijos, la preocupación de los adultos se transmite fácilmente a los menores. El resultado es un clima emocional negativo y, en ocasiones, alteraciones en el comportamiento y el rendimiento escolar de los niños.

Apoyo psicológico para propietarios afectados

¿Cómo mitigar el daño que deja este tipo de situaciones? Por un lado, visibilizando las consecuencias. Por el otro, fomentando el acceso a la ayuda psicológica.

Buscar apoyo psicológico no es signo de debilidad, todo lo contrario. Es la herramienta con la que podrás recuperar el equilibrio mental y emocional tras vivir una experiencia tan traumatizante como esta.

Un tratamiento psicológico adecuado permite que el propietario recupere la confianza, supere el miedo y recobre el control sobre su vida. Aparte, estarás más preparado para tomar decisiones más serenas y eficaces a la hora de combatir la okupación.

Cuándo pedir ayuda profesional

¿Los síntomas emocionales comienzan a interferir con tu vida diaria? No lo dudes, ha llegado el momento de acudir a un profesional. Piensa que actuar con presteza en estos casos es vital para evitar que el malestar se cronifique. Estas son las señales de alerta:

• Insomnio persistente.
• Ansiedad intensa.
• Ataques de pánico.
• Tristeza profunda.
• Pérdida de apetito.
• Aislamiento social.

Recursos y asociaciones especializadas

 No, aún no existen organismos centrados únicamente en el impacto psicológico que provoca este tipo de situaciones. No obstante, sí que puedes encontrar asociaciones de afectados por la okupación y plataformas vecinales que ofrecen orientación y apoyo psicológico a las víctimas de okupaciones. Algunas hasta incluyen servicios gratuitos de atención telefónica, asesoramiento psicológico inicial y derivación a profesionales. 

Otra solución factible es recurrir a los colegios oficiales de psicólogos. A menudo disponen de listas de profesionales especializados en trauma, ansiedad e intervención en caso de crisis.

Ya ves que las secuelas psicológicas de la okupación de viviendas son mucho más duraderas y dañinas que el perjuicio económico que pueda suponer. Pide ayuda si estás pasando por esta situación, es el único camino para afrontarlo con fortaleza, proteger tu salud mental y recuperar la tranquilidad personal y familiar.