En nuestro país se producen una media de 100 robos de motos y coches al día, de los cuales el 85% son improvisados y solo el 15% planeados.
A la hora de proteger tu vehículo no solo es importante tener un seguro de moto con las mejores coberturas. Aquí te dejamos diez consejos para evitar o reducir el robo de tu moto.
Existe una gran variedad de sistemas antirrobo en el mercado, entre ellos los más destacados son:
Las paradas rápidas que se hacen en el día a día pueden salir muy caras. Si no vas a utilizar ningún sistema antirrobo para los estacionamientos breves, al menos debes bloquear la dirección de la moto antes de quitar las llaves. Esta técnica no te protegerá totalmente del robo, pero impedirá al ladrón poder llevarse la moto tan fácilmente.
En caso de robo, el sistema de localización GPS permitirá rastrear el movimiento del vehículo y conocer su ubicación exacta en cualquier momento. Es realmente importante localizar la moto cuanto antes para poder comunicárselo a la policía: así tendrás más posibilidades de evitar el desguace destinado a la venta por piezas del vehículo y ayudarás a recuperarlo a la mayor brevedad posible.
El inmovilizador por cortacorriente se trata de una medida que, como su propio nombre indica, corta la energía e impide que la moto se ponga en marcha, imposibilitando de esta forma su sustracción.
La cerradura del baúl es de fácil acceso para los ladrones. Por tanto, es mejor guardar fuera del baúl la documentación oficial del vehículo, ya que, en caso de robo, será de vital importancia para tramitar la denuncia.
Tampoco se recomienda dejar el casco dentro del baúl, mejor llevarlo encima o dejarlo anclado a algún sistema de seguridad.
Cubrir nuestra moto con una funda no solo nos ayudará a protegerla del clima, sino que, además, dificultará su descubrimiento e identificación. Los ladrones no podrán conocer el modelo, el estado ni las características de nuestro vehículo, por lo que se verán reducidas las posibilidades de robo.
Una moto es un vehículo relativamente ligero que puede ser levantado por una o más personas e incluso por vehículos que actúan a modo de grúa. Por este motivo, es importante prestar atención al sitio en el que se va a llevar a cabo el estacionamiento, evitando lugares que generen duda e inseguridad.
Escoge una zona luminosa, con visibilidad y transitada, donde haya cámaras de seguridad, testigos que puedan avisar a la policía y donde los ladrones no tengan apenas tiempo de maniobra para perpetrar el robo. Si, además, podemos tener el vehículo controlado desde el lugar donde nos encontremos, mucho mejor.
También se recomienda cambiar el lugar de aparcamiento con frecuencia, de modo que los ladrones no puedan identificar nuestro vehículo con unos determinados comportamientos o costumbres.
Por último, es aconsejable aparcar lejos de la carretera. Dado que muchos robos consisten en introducir las motos dentro de otros vehículos mayores, como furgonetas, si estacionamos lejos de la carretera, la furgoneta no podrá llegar tan fácilmente hasta nuestra moto.
Aunque tampoco son lugares donde nuestros vehículos estén fuera del alcance de los ladrones al 100%, los garajes nos proporcionan un extra de seguridad, ya que, en estos espacios, el robo es más complicado que si aparcamos en la calle. Es tanta la diferencia que, de hecho, si cuentas con un garaje para la moto el precio del seguro varía.
Sí es cierto que no todos los conductores cuentan con plaza de garaje, pero es una opción a considerar. Además, si al guardar nuestra moto en un garaje le añadimos otros elementos, como un GPS antirrobos, o un Wilock, nos garantizarán una seguridad aún mayor.
Aunque parece algo evidente, no todos los conductores contratan un seguro cuando realizan la compra de un vehículo. Es ilegal circular sin él, pero contar con la póliza más básica, sin cobertura de robo, tampoco es positivo.
Ten en cuenta que, si añades esta cobertura a tu seguro, no solo estarás protegido en caso de la sustracción de la moto: el seguro también se encargará de los daños ocasionados durante el robo o el intento de robo, según la amplitud de garantías contratadas por el conductor.
En caso de sufrir un robo, denúncialo en cuanto lo detectes. Ponte en contacto con la policía y tramita la denuncia aportando toda la información correspondiente en cuanto a las características y situación del vehículo en el momento de la sustracción.
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