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Hatha Yoga para principiantes: 10 asanas esenciales y sus beneficios

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¿Qué es el Hatha Yoga?
El Hatha Yoga es una de las formas más tradicionales y accesibles del yoga, ideal para quienes desean iniciarse en esta práctica milenaria.
Su enfoque se centra en la conexión entre cuerpo, mente y respiración, utilizando posturas físicas (asanas) que favorecen el equilibrio, la flexibilidad y el bienestar general. Esta disciplina es conocida por su ritmo pausado y su énfasis en la correcta alineación, lo que la convierte en una opción perfecta para principiantes que buscan una práctica efectiva y segura.
Aquí podrás conocer también otras opciones ideales para complementar y diversificar tu rutina física.
El término "Hatha" proviene del sánscrito y se traduce como "fuerza" o "determinación". También se asocia a la unión de dos energías opuestas: "Ha" (sol) y "Tha" (luna), representando la armonía entre los aspectos activos y pasivos de nuestra existencia. Este equilibrio se busca mediante prácticas que fortalecen el cuerpo, mejoran la flexibilidad y calman la mente, preparándola para estados más profundos de meditación.
El Hatha Yoga es una disciplina que combina posturas físicas (asanas), técnicas de respiración (pranayama) y ejercicios de concentración para fomentar el equilibrio entre cuerpo y mente. Su origen se encuentra en la India y forma parte del sistema tradicional del yoga, siendo una de las ramas más accesibles para principiantes debido a su enfoque pausado y metódico.
¿Por qué es ideal para principiantes?
El Hatha Yoga es especialmente accesible y seguro y su enfoque metódico permite adaptarse fácilmente a las necesidades y capacidades de cada persona, lo que lo convierte en una excelente puerta de entrada a esta práctica aunque existen numerosas modalidades de yoga que se ajustan a diferentes niveles y objetivos.
A diferencia de estilos más dinámicos como el Vinyasa o el Ashtanga, el Hatha Yoga permite mantener las posturas durante más tiempo, lo que facilita aprenderlas correctamente y mejorar la técnica sin presión. Cada postura se enseña con detalle, ayudando a evitar lesiones y a desarrollar una mayor conciencia corporal, algo fundamental para progresar en la práctica de forma segura.
Combina aspectos físicos y mentales, ayudando a mejorar la flexibilidad, fortalecer los músculos y reducir el estrés desde las primeras sesiones y no requiere una gran preparación física previa ni equipo especializado, lo que facilita la práctica tanto en casa como en un estudio.
El Hatha Yoga no solo introduce los fundamentos del yoga, sino que también crea una base sólida para quienes deseen explorar estilos más avanzados en el futuro. Es una invitación a conectar contigo mismo y a experimentar los múltiples beneficios de esta disciplina desde el primer día.
En muchos casos se plantean dudas entre practicar yoga o pilates que puedes conocer en nuestro artículo específico.
Consejos prácticos
Antes de iniciar tu práctica de Hatha Yoga, es importante preparar el entorno y conocer algunos principios básicos para garantizar una experiencia segura, cómoda y efectiva.
Preparación: ropa y espacio adecuados
- Elige ropa cómoda: Opta por prendas flexibles y transpirables, como leggings y camisetas ajustadas, que te permitan moverte libremente sin obstáculos. Evita ropa demasiado holgada para que no interfiera con las posturas.
- Crea un espacio tranquilo: Busca un lugar con suficiente espacio para moverte cómodamente. Asegúrate de que esté limpio, ventilado y libre de distracciones.
- Accesorios básicos: Utiliza una esterilla antideslizante para mayor estabilidad. Si es necesario, ten a mano bloques de yoga o cojines para facilitar las posturas y evitar tensiones.
Frecuencia ideal para principiantes
Empieza con sesiones cortas. Dedica entre 15 y 30 minutos al día, ajustando la duración según tu disponibilidad y resistencia.
Ten en cuenta que para notar beneficios debes intentar practicar al menos 2 o 3 veces por semana. Con el tiempo, puedes aumentar la frecuencia. No te fuerces si sientes incomodidad o dolor. El progreso en el yoga es gradual e importante respetar tus límites.
Precauciones y cómo evitar lesiones
- Calienta antes de empezar: realiza movimientos suaves para preparar los músculos y las articulaciones.
- Sigue las instrucciones: asegúrate de realizar cada postura correctamente, prestando atención a la alineación. Si tienes dudas, consulta con un instructor certificado.
- Evita compararte: cada cuerpo es único, y lo importante es tu propia evolución. Mantén un enfoque positivo y sin expectativas rígidas.
- Consulta a un profesional: Si tienes alguna condición médica, como lesiones previas o problemas articulares, consulta con un médico o fisioterapeuta antes de comenzar.
Prepararte adecuadamente y ser consciente de tus capacidades garantizará que disfrutes de una experiencia segura y gratificante mientras te sumerges en la práctica del Hatha Yoga.
10 asanas esenciales del Hatha Yoga y sus beneficios
A continuación, exploraremos 10 posturas básicas del Hatha Yoga que son ideales para principiantes. Estas asanas te ayudarán a mejorar la flexibilidad, la fuerza y la relajación, mientras te familiarizas con los fundamentos de esta práctica. Cada postura incluye una breve descripción para realizarla correctamente y un resumen de sus principales beneficios.
Postura de la Montaña (Tadasana)
La postura de la montaña, conocida como Tadasana, es una de las asanas más básicas y fundamentales del Hatha Yoga. A primera vista puede parecer una posición sencilla, pero su correcta ejecución es esencial para desarrollar una buena postura y alineación corporal.
¿Cómo realizarla?
- Ponte de pie con los pies juntos o ligeramente separados, alineando los talones y los dedos.
- Distribuye el peso de manera uniforme en ambos pies.
- Activa las piernas, levantando ligeramente las rótulas y evitando bloquear las rodillas.
- Mantén la pelvis en una posición neutra, sin inclinarla hacia adelante ni hacia atrás.
- Alarga la columna vertebral, estirando el torso hacia arriba mientras relajas los hombros hacia abajo.
- Junta las palmas frente al pecho o déjalas relajadas a los lados, con las palmas hacia adelante.
- Respira profundamente, manteniendo la postura durante 30 segundos a 1 minuto.
Beneficios
- Ayuda a mejorar la postura corporal y el equilibrio.
- Fortalece los músculos de las piernas, la espalda y el abdomen.
- Promueve la conciencia corporal y calma la mente al conectar con la respiración.
Postura del Árbol (Vrikshasana)
La postura del árbol, conocida como Vrikshasana, es una asana de equilibrio que ayuda a fortalecer las piernas y mejorar la concentración. Su práctica simboliza estabilidad y enraizamiento, como un árbol firme ante el viento.
¿Cómo realizarla?
- Comienza de pie en Tadasana (postura de la montaña).
- Transfiere el peso a tu pie derecho, asegurándote de que esté firmemente plantado en la esterilla.
- Lleva la planta del pie izquierdo a la parte interna del muslo derecho o, si es más cómodo, al tobillo o la pantorrilla. Evita colocar el pie sobre la rodilla.
- Junta las palmas frente al pecho en posición de oración o estira los brazos hacia arriba, manteniéndolos paralelos o juntando las manos.
- Mantén la mirada fija en un punto frente a ti (drishti) para facilitar el equilibrio.
- Respira profundamente y mantén la postura de 15 a 30 segundos antes de repetir con la otra pierna.
Beneficios
- Fortalece los músculos de las piernas, tobillos y pies.
- Mejora el equilibrio y la estabilidad.
- Promueve la concentración y la calma mental.
Postura del Perro Boca Abajo (Adho Mukha Svanasana)
La postura del perro boca abajo, conocida como Adho Mukha Svanasana, es una de las asanas más reconocidas del yoga. Combina estiramiento, fortalecimiento y relajación, siendo ideal para principiantes y practicantes avanzados.
¿Cómo realizarla?
- Comienza en posición de cuatro apoyos, con las muñecas alineadas bajo los hombros y las rodillas bajo las caderas.
- Apoya las puntas de los pies en la esterilla y eleva las caderas hacia el techo, formando una "V" invertida con tu cuerpo.
- Extiende los brazos y piernas, manteniendo las palmas bien apoyadas en el suelo, con los dedos abiertos para mayor estabilidad.
- Intenta que los talones se acerquen al suelo, sin forzar si no llegas.
- Alarga la columna vertebral, relajando el cuello y mirando hacia tus rodillas o el ombligo.
- Respira profundamente, manteniendo la postura entre 30 segundos y 1 minuto.
Beneficios
- Estira y fortalece la columna, los hombros, los brazos y las piernas.
- Mejora la circulación sanguínea y alivia la tensión en la espalda baja.
- Calma la mente y reduce los niveles de estrés.
Postura del Guerrero I (Virabhadrasana I)
La postura del guerrero I, o Virabhadrasana I, simboliza fuerza y determinación. Es una posición dinámica que ayuda a fortalecer el cuerpo y mejorar la estabilidad.
¿Cómo realizarla?
- Desde la postura del perro boca abajo, lleva el pie derecho hacia adelante, colocándolo entre las manos. Asegúrate de que la rodilla esté alineada con el tobillo.
- Gira ligeramente el pie izquierdo hacia afuera (en un ángulo de 45-60 grados) y apoya toda la planta en el suelo.
- Eleva el torso y extiende los brazos hacia arriba, con las palmas enfrentadas o juntas.
- Mantén las caderas mirando hacia el frente, alineándolas lo máximo posible.
- Estira la columna hacia arriba, mientras mantienes el pecho abierto y los hombros relajados.
- Respira profundamente y mantén la postura durante 15-30 segundos antes de repetir con la otra pierna.
Beneficios
- Fortalece las piernas, los brazos y la zona abdominal.
- Mejora la estabilidad y el equilibrio.
- Estimula la concentración y el enfoque.

Postura del Guerrero II (Virabhadrasana II)
La postura del guerrero II, o Virabhadrasana II, es una asana que combina fuerza, estabilidad y apertura. Es ideal para trabajar la resistencia y la alineación corporal.
¿Cómo realizarla?
- Desde una posición erguida, separa los pies aproximadamente a la distancia de tus brazos extendidos.
- Gira el pie derecho hacia afuera, apuntando al frente, y coloca el pie izquierdo ligeramente hacia adentro, formando un ángulo de 90 grados con el pie derecho.
- Flexiona la rodilla derecha hasta que quede alineada con el tobillo, formando un ángulo de 90 grados. Mantén la pierna izquierda completamente estirada.
- Extiende los brazos hacia los lados, paralelos al suelo, con las palmas hacia abajo. Asegúrate de que los hombros estén relajados.
- Mantén la mirada sobre la mano derecha, mientras mantienes la columna erguida y el pecho abierto.
- Respira profundamente y mantén la postura durante 15-30 segundos antes de repetirla hacia el otro lado.
Beneficios
- Fortalece las piernas, los glúteos y los brazos.
- Aumenta la flexibilidad de las caderas y la movilidad de los hombros.
- Mejora el equilibrio físico y mental.
Postura de la Cobra (Bhujangasana)
La postura de la cobra, conocida como Bhujangasana, es una asana que fortalece la espalda y abre el pecho, promoviendo la flexibilidad de la columna vertebral. Es ideal para aliviar tensiones en la zona lumbar y mejorar la postura.
¿Cómo realizarla?
- Comienza tumbado boca abajo en la esterilla, con las piernas estiradas y los empeines apoyados en el suelo.
- Coloca las manos a la altura de los hombros, con los codos pegados al cuerpo.
- Inhala y presiona suavemente con las manos para elevar el torso, manteniendo los codos ligeramente flexionados y cerca del cuerpo.
- Abre el pecho hacia adelante, mientras alargas la columna sin forzar la zona lumbar.
- Mantén los hombros relajados y alejados de las orejas.
- Respira profundamente y mantén la postura durante 15-30 segundos antes de volver lentamente al suelo.
Beneficios
- Fortalece los músculos de la espalda y mejora la flexibilidad de la columna.
- Estira el pecho, los hombros y el abdomen.
- Estimula los órganos abdominales y alivia el estrés.
Postura del Niño (Balasana)
La postura del niño, conocida como Balasana, es una asana de descanso que relaja la mente y alivia tensiones en el cuerpo. Es ideal para hacer pausas durante la práctica y conectar con la respiración.
¿Cómo realizarla?
- Arrodíllate en la esterilla con los dedos gordos de los pies juntos y las rodillas separadas a la anchura de las caderas.
- Siéntate sobre los talones y extiende los brazos hacia adelante, dejando que las palmas toquen el suelo.
- Baja el torso lentamente hacia las piernas, descansando la frente sobre la esterilla.
- Relaja los hombros y permite que el peso de tu cuerpo caiga suavemente.
- Respira profundamente, sintiendo cómo se expande el abdomen con cada inhalación.
- Mantén la postura entre 30 segundos y 2 minutos, según lo que necesites.
Beneficios
- Relaja la espalda, los hombros y el cuello.
- Reduce el estrés y calma la mente.
- Mejora la circulación hacia la cabeza y los órganos internos.
Postura de la Pinza Sentada (Paschimottanasana)
La postura de la pinza sentada, o Paschimottanasana, es una asana que estira profundamente la parte posterior del cuerpo, incluyendo la espalda, los isquiotibiales y las pantorrillas. Es ideal para mejorar la flexibilidad y liberar tensiones.
¿Cómo realizarla?
- Siéntate en la esterilla con las piernas estiradas hacia adelante y juntas.
- Flexiona ligeramente los pies, apuntando los dedos hacia el techo para activar las piernas.
- Inhala y alarga la columna vertebral hacia arriba.
- Al exhalar, inclínate lentamente hacia adelante desde las caderas, manteniendo la espalda recta tanto como sea posible.
- Coloca las manos en las espinillas, los tobillos o los pies, según tu flexibilidad.
- Relaja el cuello y permite que la cabeza caiga suavemente hacia las piernas.
- Mantén la postura de 20 a 30 segundos, respirando profundamente, y vuelve a la posición inicial al finalizar.
Beneficios
- Estira la columna vertebral, los isquiotibiales y los músculos de la pantorrilla.
- Alivia el estrés y promueve la relajación.
- Estimula los órganos abdominales, mejorando la digestión.
Postura del Cadáver (Savasana)
La postura del cadáver, conocida como Savasana, es una asana de relajación profunda que se utiliza al final de la práctica para integrar sus beneficios. Aunque parece sencilla, su objetivo es alcanzar una relajación física y mental total, lo que puede ser un desafío para muchos.
¿Cómo realizarla?
- Acuéstate boca arriba en la esterilla con las piernas estiradas y ligeramente separadas.
- Deja que los pies caigan naturalmente hacia los lados.
- Coloca los brazos a lo largo del cuerpo, con las palmas hacia arriba y los dedos relajados.
- Asegúrate de que la espalda esté completamente apoyada en el suelo, ajustando la pelvis si es necesario.
- Cierra los ojos y respira profundamente, dejando que todo tu cuerpo se relaje.
- Permanece en esta posición entre 5 y 10 minutos, permitiendo que la mente se calme y el cuerpo asimile los efectos de la práctica.
Beneficios
- Relaja profundamente los músculos y reduce la tensión.
- Ayuda a calmar la mente, reduciendo el estrés y la ansiedad.
- Favorece una sensación de bienestar general y equilibrio interior.
Saludo al Sol (Surya Namaskar)
El Saludo al Sol, conocido como Surya Namaskar, es una secuencia dinámica de posturas que combina movimiento y respiración. Es una práctica completa que fortalece y estira todo el cuerpo, además de energizar la mente. Ideal tanto para principiantes como para avanzados, puede realizarse al inicio de la práctica como calentamiento o como ejercicio principal.
¿Cómo realizarlo?
El Saludo al Sol consta de 12 movimientos que se repiten en un flujo continuo. A continuación, una descripción básica:
- Postura de la montaña (Tadasana): De pie, junta las manos frente al pecho.
- Inhalación: Eleva los brazos hacia el cielo (Urdhva Hastasana), estirando el torso.
- Exhalación: Inclínate hacia adelante (Uttanasana), dejando las manos junto a los pies.
- Inhalación: Lleva la pierna derecha hacia atrás en una zancada profunda (Ashwa Sanchalanasana).
- Retén la respiración: Lleva la pierna izquierda hacia atrás, entrando en la postura de la plancha.
- Exhalación: Baja al suelo, apoyando rodillas, pecho y barbilla (Ashtanga Namaskara).
- Inhalación: Eleva el torso hacia la postura de la cobra (Bhujangasana).
- Exhalación: Eleva las caderas para entrar en el perro boca abajo (Adho Mukha Svanasana).
- Inhalación: Lleva el pie derecho hacia adelante en una zancada profunda.
- Exhalación: Junta ambos pies en la inclinación hacia adelante (Uttanasana).
- Inhalación: Eleva los brazos hacia el cielo nuevamente (Urdhva Hastasana).
- Exhalación: Vuelve a la postura de la montaña (Tadasana).
Beneficios
- Estimula la circulación sanguínea y mejora la flexibilidad.
- Fortalece los músculos de todo el cuerpo.
- Aumenta la energía y reduce el estrés.
Esta secuencia puede repetirse entre 3 y 12 veces, dependiendo del nivel y los objetivos del practicante.
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