Si vives en una ciudad, ya sea grande o pequeña, seguro que no eres consciente de todo el ruido que soportas hasta que encuentras un momento de auténtico silencio. La contaminación acústica es un problema grave que puede tener efectos nocivos para nuestra salud: muertes prematuras, insomnio o hipertensión son solo algunos de sus efectos en la población. Según lo dictaminado por la OMS, todo sonido que esté por encima de 65 decibelios de día y 55 decibelios de noche es perjudicial para la salud y más del 60% de la población española tiene que sufrir ruidos por encima de ese límite a diario.
Lo cierto es que el 80% del ruido ambiental en entornos urbanos está causado por el tráfico rodado: el ruido de moto, los chirridos de los frenos, las bocinas de los coches, etc. Por eso se tomaron medidas y se crearon normas para regularlo, con la intención de prevenir, vigilar y reducir la contaminación acústica. Aun así, siguen existiendo casos en los que no se cumplen las normativas, ya sea por una avería en el vehículo o por propia voluntad del conductor. Esto es lo que sucede cuando el ruido de una moto no cumple con lo establecido por la ley.
El Reglamento General de Circulación indica que todo vehículo que supere la intensidad de sonido permitida por las normas específicas en materia de ruido ambiental no puede circular. En concreto, el nivel de ruido que pueden hacer las motos está regulado por la Ley 37/2003, modificada en 2011. Aun así, conviene revisar las normas municipales del lugar en el que vivas, ya que en ocasiones se hacen modificaciones sobre la ley general y puedes encontrarte con una multa inesperada.
La ley marca 91 decibelios como máximo permitido, así que el ruido de las motos no puede superar ese nivel acústico ni paradas, ni en marcha, ni en el momento de arrancar. De hecho, a la hora de pasar la ITV con la moto te miden el nivel de ruido que se produce y, si supera los 91 decibelios, ya sea por un problema técnico o por una infracción consciente, no podrá superar la ITV. Por ello siempre es conveniente recurrir a tu seguro de moto sin franquicia para hacer una revisión previa. Asegúrate de que el poder elegir un taller de confianza está entre las coberturas que no pueden faltar en tu seguro de moto.
Que una moto produzca más ruido del habitual se puede deber a varios factores:
Si tu moto tiene alguno de estos problemas o has cometido el error de hacer una modificación no autorizada a tu vehículo, te vas a enfrentar a una multa sí o sí. Lo que varía es la cuantía, dependiendo del municipio y las ordenanzas.
Conducir una moto sin silenciador o si este no cumple con su función te supondrá una multa que rondará los 200 euros. También te multarán si en la ITV detectan que has hecho modificaciones no autorizadas.
Por otro lado, si un agente de la ley para a una moto por hacer demasiado ruido cuando está circulando, la multa puede llegar a alcanzar hasta los 600 euros.Eso sí, el policía o guardia civil debe llevar consigo un sonómetro homologado que ofrezca resultados claros y fiables o no podrá sancionar por el ruido de moto.
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