Lo primero a considerar es que el precio es un dato orientativo. Esto es, no siempre el seguro más barato es el mejor, pero no tiene por qué ser necesariamente el peor; depende de muchos aspectos. Vamos a ver los más relevantes.
Que un seguro de hogar tenga muchas coberturas no es lo importante. Lo que de verdad hay que mirar son las condiciones de esas coberturas, las limitaciones y, sobre todo, si realmente necesitas esa cobertura.
¿Vas a pagar por algo que no necesitas? Ten en cuenta que puedes ampliar las coberturas más adelante, cuando realmente te haga falta cubrir el riesgo.
Antes de contratar un seguro de hogar, es fundamental analizar tus necesidades específicas. En el mercado puedes encontrar seguros que cubren tanto la construcción (continente) como las cosas que hay dentro (contenido). Por ejemplo, si vives en una vivienda de alquiler, puede que solo necesites asegurar tus muebles, mientras que si eres el propietario, lo que desees es cubrir el continente. Busca una póliza que te permita asegurar solo lo que necesitas, ni más ni menos.
En algunos casos, existe la opción del seguro total o el seguro a primer riesgo. El seguro de primer riesgo es una opción dentro del seguro para hogar que cubre una parte del valor de los bienes asegurados. Esto permite que tanto el asegurado como la compañía sepan cuál sería la indemnización en caso de un siniestro. Se trata es una opción muy habitual en las viviendas alquiladas.
Sin embargo, los asegurados que viven en inmuebles de su propiedad suelen optar por un seguro total. Si los capitales asegurados están bien calculados en cuanto al continente y al contenido, las indemnizaciones suelen ser más justas, aunque el trámite es más lento.
De cara a comparar seguros de hogar, conviene consultar las opciones y analizar detenidamente las condiciones.
Los seguros de hogar suelen incluir muchas coberturas complementarias, más allá de las básicas, como responsabilidad civil, hurto o daños por agua.
Estas coberturas pueden incluir la sustitución de cerraduras de acceso a la vivienda en caso de robo, servicios informáticos y cibernético, o reparaciones de electrodomésticos y otros (servicio de manitas), por nombrar algunas. A la hora de comparar precios, es interesante revisar qué garantías de este tipo están incluidas y si realmente nos interesan o no.
A la hora de solicitar la renovación del seguro, la compañía puede subir el precio de la prima si se ha dado un determinado número de partes. No obstante, la aseguradora solo puede subir el precio si avisa con, al menos, dos meses de antelación al asegurado del nuevo precio.
Sin embargo, a la hora de comparar seguros, esto no es relevante. Lo que sí es importante es que compruebes la información de la póliza relativa a los partes que se pueden dar al año. Muchos seguros de hogar permiten dar hasta un número determinado de partes al año sin penalización. Además, algunas coberturas pueden tener un límite anual de uso (como la del servicio de manitas).
No olvides tener todo esto en cuenta cuando vayas a contratar tu seguro de hogar.
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