En una vivienda donde no se vive de forma habitual es muy común tardar más tiempo en detectar cualquier tipo de desperfecto, lo que hace que el coste de reparación se eleve. Por este motivo, es recomendable contratar un seguro para la segunda vivienda.
Las coberturas que se recomiendan tener para el seguro de la segunda vivienda son:
Por otro lado, la cobertura del seguro de la segunda vivienda cubre tanto a la persona que se encuentra designada en la póliza como a las personas residentes en la vivienda, así como a las mascotas.
La principal diferencia es que en la vivienda habitual vamos a residir la mayor parte del año, por lo que en la segunda vivienda hay muchas más posibilidades de sufrir vandalismo e incluso el intento por parte de determinadas personas para residir en la vivienda de forma ilegal (okupas). Por esto es necesario que el seguro de hogar de la segunda vivienda cubra principalmente a la casa frente a robos y fenómenos atmosféricos, ya que al pasar ciertos periodos de tiempo fuera del hogar, el tiempo o el clima que haga puede ocasionar numerosos problemas tanto en la propia casa como a terceros (pueden originarse húmedas por las lluvias, hundimientos en el techo, problemas eléctricos por rayos…).
Otra de las diferencias que vemos es que en la segunda vivienda dejamos de utilizar ciertos dispositivos, aparatos eléctricos, electrodomésticos durante largos periodos de tiempo, lo que conlleva a que se puedan dañar o deteriorar por la falta de uso. Por lo que es recomendable que el seguro de la segunda vivienda pueda cubrir este tipo de incidencias.
Contratar un seguro en la segunda vivienda no es obligatorio, pero sí muy recomendable. A modo de resumen, algunas de las razones para contratar este tipo de seguro son:
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